La Unión Europea (UE) está «preocupada» por las violaciones de los derechos humanos en Honduras a raíz del golpe de Estado, pero descarta imponer en lo inmediato sanciones al gobierno de facto, informaron el martes fuentes diplomáticas en Bruselas.
«Estamos preocupados por las violaciones de los derechos humanos en Honduras» denunciadas por una misión de la Comisión Interamericana (CIDH) a fines de agosto, indicaron a la AFP las fuentes, al dar cuenta de una reunión entre representantes de los 27 países de la UE.
Concretamente, la CIDH denunció al gobierno de facto, en el poder desde el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, por «uso desproporcionado de la fuerza», «detenciones arbitrarias» y «control de la información».
No obstante, la UE, que como la mayor parte de la comunidad internacional condenó el golpe y exige el retorno de Zelaya, no prevé imponer sanciones «inmediatas», a diferencia de Estados Unidos, que ya suspendió los visados para hondureños no inmigrantes.
La cuestión volverá a ser retomada durante la próxima reunión de cancilleres europeos prevista el 14 y 15 de septiembre en Bruselas.
Los ministros volverán a considerar entonces «posibles sanciones», que pueden ser «económicas o sobre visados», informaron a la AFP otras fuentes diplomáticas.
Los países de la UE excluyeron igualmente el martes reanudar por ahora las negociaciones comerciales con América Central sin Honduras, suspendidas tras el golpe de Estado de fines de junio, una decisión que reclama España.
«No parece que vaya a salir adelante» la propuesta de continuar negociando el Acuerdo de Asociación con el resto de países – Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, El Salvador – explicaron las fuentes.
La vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, había asegurado a principios de mes durante una visita a San José que la UE estaba dispuesta a volver a la mesa de negociaciones sin Honduras a partir del 15 de septiembre, de no haberse resuelto antes la crisis política.
Pero los 27 «no lograron un consenso» acerca de esta idea, confirmaron otras fuentes, alegando razones «políticas» y «técnicas» como la necesidad de cambiar el mandato negociador de la UE, previsto actualmente para negociar con los cinco países centroamericanos.
Desconocidos lanzaron una bomba la madrugada de este martes contra las instalaciones de una empresa distribuidora de camiones y tractores en Tegucigalpa, provocando daños menores en la infraestructura pero ningún daño pesonal, informó la Policía.
La explosión ocurrió a eso de las 02:30 horas de la madrugada en las instalaciones de Camiones y Motores S.A. (Camosa), en las cercanías del aeropuerto de Toncontín, en la capital hondureña, precisó el vocero de la Policía Nacional, Erlin Cerrato.
«Se trata de un dispositivo de alto poder con un mecanismo de retardo, que lanzaron (desconocidos) desde un vehículo en marcha», explicó el portavoz.
El estallido destrozó las vidrieras del edificio, pero no causó daños en la maquinaria y otros bienes de la compañía, precisó Cerrato.
Aunque la Policía no ha identificado a los autores del atentado, el ejecutivo de la empresa, Eduardo Atala, dijo que este hecho «demuestra lo dividida que está la sociedad hondureña», sugiriendo que la acción puede estar relacionada con la crisis política tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Mientras tanto, un incendio que se sospecha pudo haber sido intencional, se desató en la planta repetidora de Radio América en Olanchito, en el departamento de Yoro, unos 500 km al este de Tegucigalpa, según informó la prensa local.
Hace dos semanas, desconocidos atacaron en la capital las instalaciones de un canal de televisión y de una radioemisora opuestas al régimen de facto que se instaló en el país tras el golpe de Estado que depuso al presidente Manuel Zelaya.