El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ya no sabe qué hacer para juntar dinero y sanear las alicaídas cuentas de su estado. La última idea es organizar una subasta de dos días en la que se venderán al mejor postor objetos del estado que van desde ropa y juguetes a joyas y computadoras. Los productos podrán adquirirse en una subasta, a la usanza de las típicas «ventas de garaje» estadounidenses, que tendrá lugar en Sacramento, la capital estatal.