Según la revista The Economist, que se pega una soberana sentada en Guatemala, aquí la voluntad política para resolver los problemas es más escasa que la comida y luego de ver la actitud del Ministerio de Salud en el manejo de la crisis alimentaria que vivimos, hay que darle plenamente la razón a esa importante publicación porque por lo visto para el doctor Cerezo es más importante su imagen y tal vez la del Gobierno que la realidad del país y por ello quieren minimizar la situación.
En teoría, un gobierno que basa su publicidad en el concepto de la solidaridad debía aprovechar la dramática situación que se vive en varios municipios del país para conmover a la ciudadanía y despertar profundos sentimientos de solidaridad que nos hagan a todos actuar frente a la desgracia. En cambio, el gobierno de Guatemala ha adoptado la postura de negar la existencia de un serio problema de alimentación, que es tan serio que causa muertes, y en vez de eso dedican su tiempo a negar la realidad y a sancionar a los médicos que han tenido la entereza de decir lo que está pasando.
Ciertamente, como dice The Economist, es una vergí¼enza nacional lo que está ocurriendo en Guatemala con la hambruna que cobra vidas y, peor que eso, con la desnutrición crónica que afecta a más de la mitad de la población que crece con serias limitaciones porque ni física ni intelectualmente puede alcanzar su pleno desarrollo simple y sencillamente porque no consumen los alimentos que necesitan.
Pero también es absolutamente cierto que, como reza el subtítulo de la nota, la voluntad política es más escasa que la comida en este pobre país porque está demostrado que para el gobierno lo más importante es negar que hay crisis. No puede decirse que la misma sea responsabilidad de este gobierno porque llevamos décadas (por no decir siglos) arrastrando el déficit en inversión social que se traduce en elevados niveles de pobreza. Décadas de venir construyendo una sociedad de agudos y graves contrastes donde la inequidad es brutal y hasta mortal.
Pero que no nos hablen de Cohesión Social cuando en estas circunstancias se preocupan más por la imagen del Gobierno que por la suerte de la gente que padece hambre y menos que nos digan que gobiernan con criterio de solidaridad producto de una visión socialdemócrata. Pajas y puras pajas y el Ministro de Salud es la prueba fehaciente de que no tienen siquiera noción de lo que significa gobernar pensando en la gente y no en ellos mismos.