El jefe del Ejército de Nicaragua, general Omar Hallesleven, negó que la institución esté formando grupos paramilitares con el propósito de reprimir manifestaciones políticas opositoras que, según la disidencia sandinista, están apadrinados desde el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
«No tenemos ni conocimiento de grupos paramilitares, ni mucho menos que apadrinemos grupos. Hay que verlos (a grupos agresores) desde el punto de vista de lo que es la calentura política en este país», dijo Hallesleven durante un acto público, en declaraciones recogidas por la prensa local ayer.
La historia de estos grupos en América Latina es que están ligados con las fuerzas militares pero en este caso «no tenemos conocimiento de formación de grupos paramilitares ni mucho menos apadrinados ni bajo la sombrilla del Ejército», sostuvo el alto militar.
El disidente Movimiento de Renovación Sandinista (MRS-izquierda) denunció el miércoles la existencia de grupos paramilitares integrados por seguidores del gobierno que son «organizados, armados y dirigidos por la cúpula en el poder, con la finalidad de reprimir y sembrar el miedo en la población».
Hallesleven reconoció que se han visto agresiones en las que «algunas personas salen con palos, con garrotes agrediendo a otras, pero nada tiene que ver eso con formación de grupos paramilitares».