El flamante gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, anunció ayer el despliegue en breve de la denominada Fuerza de Seguridad Nacional después de la ola de ataques del crimen organizado la última semana en esta región con saldo de 24 muertos.
Cabral, quien asumió el cargo el lunes, declaró tras una reunión con autoridades del gobierno federal, castrenses y de seguridad de Río que miembros de la Fuerza Nacional llegarían a Río «de forma gradual, en el plazo más breve posible» y en principio actuarán en fronteras del estado (sudeste de Brasil).
Según el gobernador, la reunión, que se extendió por varias horas en Río de Janeiro, fue convocada con «carácter urgente, urgentísimo» y motivó la adopción de «decisiones coherentes con los hechos» ocurridos en los últimos días.
Cabral destacó que la Fuerza Nacional desplegará «una acción integrada preliminarmente en las fronteras del estado» con el objetivo principalmente de evitar la entrada de armas y drogas, y la salida de criminales.
Sus efectivos estarán respaldados con la actividad de agentes de la Policía Rodoviaria (carretera), la Civil, la Federal y la Policía Militar (PM) a lo largo de rutas y vías de acceso a Río.
Cabral no especificó aún que número de integrantes de la Fuerza serán desplegados en esta primera fase.
Esta decisión se adopta en el inicio de la temporada turística, que atrajo ya antes del famoso Reveillon (final de año) carioca a unos 600 milturistas, aunque no se perciben aún efectos negativos para la temporada estival debido a los hechos violentos.
La Fuerza Nacional fue creada en agosto de 2004 por el presidente Lula para combatir la criminalidad y reforzar la seguridad de los Estados en caso de urgencia. Está integrada por unos 7.700 policías de élite de diversos Estados federados.
Su presencia se extenderá luego hasta después de julio y a lugares más transitados de la ciudad de Rio, debido a la disputa de las competencias deportivas de los Juegos Panamericanos, evento considerado de primordial interés para la ciudad y para el país. Se espera que para esa ocasión la Fuerza sume unos 10.000 hombres.
Hasta la fecha esa Fuerza solamente fue utilizada tres veces: dos en el vecino estado Espirito Santo (2004 y 2006) y en Mato Grosso do Sul (2006).
Por otra parte, Cabral adelantó también que pediría en las próximas horas al gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva el apoyo de las Fuerzas Armadas para combatir el crimen con patrullajes en áreas urbanizadas entorno a unidades militares en Rio de Janeiro.
El lunes al asumir su segundo mandato el presidente Lula había calificado de «terrorismo» la violencia de los criminales en Rio y este martes dijo que su gobierno no descartaba discutir incluso «cambios en la legislación» penal para acabar con ese «vandalismo» como el incendio de un ómnibus que mató a siete pasajeros, entre otros.
Cabral adoptó una postura radicalmente opuesta a la de su antecesora, Rosinha Garotinho, que rechazó sistemáticamente ayuda federal contra la violencia.
Asimismo, informó que el 9 de enero mantendrá una reunión con otros tres gobernadores de estados vecinos –Sao Paulo, Espirito Santo y Minas Gerais– y sus respectivos secretarios de seguridad para instalar lo que se denominará Gabinete de Gestión integrada de la Región Sudeste, destinado a coordinar acciones contra el crimen en esta zona del país.
El 15 de enero Cabral recibirá al Ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, para instalar el Gabinete de Seguridad Integrada del Estado de Rio.