Con lo básico, hilo y aguja, las cuatro integrantes de esta cooperativa fundada en 2002 recuperan telas con las cuales confeccionan carteras, vestidos, camisetas e incluso bisutería, que logran exportar a Estados Unidos y Europa.
«Trabajamos sobre todo gracias a donaciones de telas hechas por particulares, boutiques o iniciativas solidarias», explicó Sonia Maria de Oliveira, quien preside la cooperativa.
«Vendemos nuestros artículos a través de la red Astra, venta por catálogo por correspondencia», detalló.
Cuando no están cosiendo, las costureras de Dona Marta se vuelven vendedoras.
Las mujeres que trabajan en los comercios del barrio van a la cooperativa que se convierte por momentos en una tienda de ropa, con probador improvisado en los baños.
Estas ventas directas en el taller se vieron facilitadas por la pacificación de este barrio muy pobre, ocupado desde noviembre pasado por la policía, que obligó a los traficantes de droga a dejar el lugar.
Pero fue gracias a internet que estas modistas -exhibidas durante la Semana de la Moda de Rio en 2007- lograron expandir realmente sus fronteras, luego de crear su sitio web www.internetcomunitaria.rj.gov.br/costurandoideais el año pasado.
Incluso los representantes de la bebida energética Red Bull, que organizará el campeonato internacional de motocross en Dona Marta el 27 de setiembre próximo, pidieron a las costureras que confeccionasen las camisetas oficiales de la competencia, relataron las modistas.
El sitio web fue creado y es mantenido por el Centro de Tecnologías de Información y Comunicación del Estado de Rio (Proderj).
«Hasta ese momento, no tenía tarjeta personal, nada. Perdía muchos compradores y donantes potenciales. Hoy me alcanza con dar la dirección del sitio», indicó De Oliveira.
«Este proyecto de integración digital es parte de una estrategia más global de integración social y reurbanización de las favelas», explicó Paulo Coelho, presidente de Proderj.
El proyecto, lanzado en 2004, permite a personas de bajos recursos acceder gratuitamente a internet en Centros Comunitarios de Internet, similares a cibercafés, equipados de una decena de computadores. Allí tres encargados orientan a los usuarios. El acceso es gratuito y se ofrecen cursos de informática para principiantes.
Los 12 mil habitantes de Dona Marta disponen de uno de estos centros desde setiembre de 2008. «Las personas vienen aquí sobre todo por cuestiones relacionadas a trabajo: para hacer un currículun, buscar un empleo, enviar una postulación», explicó Elias Vieira de Paulo, uno de los encargados.
«Los habitantes de las favelas no tienen dirección postal personal. En los Centros pueden crearse una dirección de correo, para responder a un pedido de empleo por ejemplo. Es más práctico y eso evita la discriminación», destaca de su lado Coelho.
En cinco años fueron registrados 2,3 millones de usuarios en los 84 Centros Comunitarios de Internet del estado Rio de Janeiro. Entre ellos, las costureras de «Coser ideales», que apuestan a internet para seguir expandiendo su sueño.