El gobierno mexicano ha sido criticado por distribuir libros de texto de historia en escuelas primarias en los que no se hace ninguna referencia a la conquista española. La cronología del texto directamente elude el tema pues finaliza antes del arribo de los españoles, a principios del siglo XVI. Algunas figuras de la oposición han señalado que se trata de una omisión premeditada.