Al mejor estilo de John Travolta en «Fiebre de sábado por la noche», más de medio millón de uruguayos se aprestan a desempolvar este lunes los pasos de baile que acompañaron los éxitos musicales de los años 60, 70 y 80, en una fiesta a su medida, La Noche de la Nostalgia.
Creación del disk jockey Pablo Lecueder en 1978, la iniciativa fue ganando tantos adeptos como imitadores, para transformarse en un éxito popular que moviliza cada año al mayor contingente de bailarines hasta los locales nocturnos, en vísperas del Día de la Independencia nacional (25 de agosto).
En la oportunidad se estima que cerca de 600 mil personas, el 17,6% de los habitantes del país -que junto a Cuba tiene la población más envejecida de América Latina- serán protagonistas de un ritual urbano de implícita connotación romántica, aunque no exento de géneros musicales altisonantes.
«En la cultura uruguaya predomina mucho la idea de que todo tiempo pasado fue mejor y dentro de ese componente específico de recuerdos, valoraciones y miradas hacia atrás, el designio de nostalgia causa gran impacto», explicó el sociólogo y candidato presidencial, Pablo Mieres.
Con el «Maracanazo» -título mundial de fútbol conquistado por Uruguay en 1950 frente a Brasil en el estadio Maracaná- a cuestas, o el actual suceso del Día del Patrimonio, en el que monumentos históricos y edificios emblemáticos abren sus puertas al público, la Noche de la Nostalgia no escapa a esa evocación de memoria tan singular.
Al ritmo de Bee Gees, Scorpions, Air Supply, The Carpenters, The Police, Abba, Creedence, Queen, Cat Stevens y The Beatles, entre otros, la fiesta rememora los clásicos de las «décadas de gloria».
La misma se escenifica en discotecas, bares, restaurantes, chacras, clubes, hoteles, en el principal hipódromo del país y hasta en reuniones privadas, con variadas propuestas musicales y gastronómicas, cuyos tickets de ingreso oscilan entre los 10 y los 130 dólares por persona.
Asimismo en algunos locales destaca la puesta en escena de los argentinos Los Auténticos Decadentes, Tormenta, Los Náufragos, César «Banana» Pueyrredón, Nito Mestre y Los Pericos, y del legendario grupo uruguayo Los Iracundos, entre otros.
«Es la noche más esperada, la única en el año en la que salimos a bailar junto a mi esposo, al punto que le podría perdonar alguna travesura, pero jamás quedarnos en casa una Noche de la Nostalgia», afirmó Andrea, una elegante dama de 45 años y más de veinte «nostalgias» encima, que acompañaba a su marido en la fila de un local de ventas para adquirir sus entradas.
La celebración, que fue institucionalizada por ley en 2004 luego de que su creador donara los derechos al Estado con el fin de promocionarla en el exterior dentro de los diversos paquetes turísticos, entraña no obstante preocupación de las autoridades debido al consumo abusivo de alcohol y el riesgo de ver aumentado el número de accidentes de tránsito.
La Policía Caminera informó que intensificará los controles en rutas nacionales y área metropolitana, con una tolerancia cero en el consumo de alcohol para los conductores.
La advertencia no privará a los bailarines de mover el esqueleto, pero sí de regresar a sus hogares al volante para que la fiesta sea completa.