Las fuerzas etíopes y somalíes continuaban hoy la búsqueda de islamistas en el extremo sur del país, cerca de la frontera con Kenia, donde los refugiados somalíes son rechazados por las autoridades de Nairobi.
Pero los jefes de los tribunales islamistas somalíes que, después de haber perdido su último bastión, la región de Kismayo, han iniciado una desbandada, seguían hoy sin ser localizados, informó el gobierno de Somalia.
«No hemos atrapado a ninguno (…) pero continuamos persiguiéndolos», declaró el ministro de Información, Ali Jama, interrogado por teléfono en la sede del gobierno en Baidoa (250 km al noroeste de Mogadiscio).
Los combatientes islamistas y sus líderes abandonaron el lunes la ciudad portuaria de Kismayo (sur), y actualmente podrían encontrarse en el extremo sur del país, en una selva en la frontera con Kenia, cerca de la localidad de Ras Kamboni, en el Océano Indico, aseguró el ministro.
«Tenemos que localizarlos exactamente, pero creemos que se esconden en la selva de la frontera» entre Somalia y Kenia, comentó.
No hay prevista ninguna amnistía para los líderes islamistas.
El portavoz del gobierno, Abdirahman Dinari, recordó que la amnistía propuesta por el gobierno a los combatientes que entreguen sus armas, no se aplicaba a los dirigentes islamistas sospechosos de mantener vínculos con la red terrorista Al Qaida.
«No ofreceremos la amnistía a los dirigentes islamistas (…). Están acusados de terrorismo y eso es un crimen internacional», añadió Dinari.
Además, Kenia rechazó a unos 400 refugiados somalíes que buscaban asilo huyendo de los combates de su país.
Es la primera vez que Kenia, que actualmente alberga a unos 160.000 somalíes en los campos del noreste del país, rechaza refugiados del Estado vecino desde el inicio de la guerra civil de Somalia, en 1991.
La policía keniata envió de regreso a los refugiados desde el puesto fronterizo de Liboi, a 550 km al este de Nairobi. «Los hemos enviado de vuelta a Somalia. No autorizaremos a entrar a nadie», señaló un alto responsable de la policía que solicitó el anonimato.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), unos 4.000 somalíes están atrapados del otro lado de Liboi, esperando poder entrar en Kenia.
Además, Nairobi también impidió a la Cruz Roja keniata el acceso al centro de refugiados de Liboi, según informaron fuentes de Naciones Unidas.
La situación era tranquila el miércoles por la mañana en Mogadiscio. Pero el desarme voluntario organizado por el gobierno y previsto para desarrollarse en tres días, a contar desde el martes, todavía no se había iniciado: ningún miliciano se había presentado a entregar su fusil.