El presidente egipcio Hosni Mubarak recibirá mañana en Charm el-Cheik al primer ministro israelí Ehud Olmert para tratar de reactivar el proceso de paz en Oriente Medio, apoyando al presidente palestino Mahmud Abbas en su enfrentamiento con el movimiento islamista Hamas.
Esta será la segunda reunión entre los dos dirigentes tras la llegada de Olmert al poder, en marzo de 2006. Según los egipcios, podría ser un preludio de una cumbre que reuniría a Olmert y a Abbas en Charm el-Cheik, a orillas del Mar Rojo.
La reunión entre Mubarak y Olmert se produce mientras se espera que la secretaria estadounidense de Estado, Condoleezaa Rice, llegue a la región, los próximos 13 y 14 de febrero, con el objetivo de desbloquear el proceso de paz, en punto muerto desde 2000.
La cuestión del soldado israelí, Gilad Shalit, secuestrado hace más de seis meses en la franja de Gaza por tres grupos armados palestinos, estará en el centro de las discusiones, señaló a principios de semana el líder de la diplomacia egipcia Ahmad Abul Gheit.
Egipto está desempeñando desde el inicio el papel de intermediario principal para lograr que las dos partes implicadas lleguen a un intercambio de prisioneros.
En ese sentido, un «importante» paso ya tuvo lugar en las negociaciones, según palabras de Abu Obeida, el portavoz del brazo armado de Hamas, uno de los tres grupos que reivindicó el secuestro de Shalit, el 25 de junio de 2006.
Pero Israel, sin embargo, se ha apresurado en poner entre paréntesis la posibilidad de un final de la crisis inminente, rechazando las peticiones palestinas, que califica de «exageradas».
Según el diario árabe Asharq El-Awsat, con sede en Londres, los grupos palestinos reclaman la liberación de 1.500 prisioneros a cambio de Shalit.
«El negocio está listo», pero para concluirlo «es necesario que haya una parte palestina capaz de tomar sus propias decisiones», afirmó Abul Gheit.
«Cuando la decisión sea (totalmente) palestina, sin presiones extranjeras, entonces se producirá el intercambio», añadió, en alusión explícita a los vínculos entre dirigentes del movimiento islamista Hamas -que dirige el gobierno palestino- y Siria.
El rencuentro del jueves entre Olmert y Mubarak también puede ser el preludio de nuevas y próximas reuniones entre Olmert y Abbas, después de su primera entrevista oficial, el 23 de diciembre de 2006.
«La cumbre egipcio-israelí tiene lugar en vistas de una nueva reunión entre Olmert y Mahmud Abbas en Charm el-Cheik, con la mediación de Egipto, en un futuro cercano», afirmó el portavoz de la presidencia egipcia, Suleimane Awad, al diario Al-Gomhuriya, en su publicación del miércoles.
Israel quiere reforzar a Abbas, que mantiene un pulso con Hamas desde que anunció el 16 de diciembre de 2006 su intención de convocar elecciones anticipadas.
«Es necesario reforzar a Abu Mazen (apodo de Mahmud Abbas) para que pueda luchar contra los terroristas armados de Hamas, entrenados y financiados por Teherán», afirmó el ministro israelí de Infraestructuras, Binyamin Ben Eliezer.
Según un responsable iraquí que requirió el anonimato, el Estado hebreo permitió a El Cairo entregar armas a los fieles de Abbas. Esta entrega, que tuvo gran repercusión en los medios israelíes, fue desmentida por la presidencia palestina. No hubo reacción por parte de Egipto sobre este tema.