Siguen especulaciones con Kampusch


Natascha Kampusch fue encerrada toda su vida, y hace tres años escapó. FOTO LA HORA: AFP DIETER NAGL

Tres años después de haberse escapado del reducto subterráneo al que fue confinada durante ocho años por su secuestrador, Natascha Kampusch sigue interesando a la prensa que da cuenta de las nuevas sospechas sobre los eventuales cómplices de su cautiverio.


La historia de la joven austrí­aca, secuestrada el 2 de marzo de 1998 a los 10 años de edad cuando se dirigí­a a la escuela en un suburbio de Viena y que se fugó el 23 de agosto de 2006, dio la vuelta al mundo.

Su secuestrador, Wolfgang Priklopil, agente inmobiliario de 44 años, se suicidó tirándose debajo de un tren la noche misma de la fuga de Natascha.

La joven padeció ocho años de cautiverio en el subsuelo de una casa de Strasshof, a 25 km de la capital austrí­aca, en donde su secuestrador la retení­a en un zulo de 5 m2 con un televisor como único contacto con el mundo exterior.

La primera entrevista de la joven fue retransmitida por 120 canales de televisión del mundo. Kampusch se convirtió luego brevemente en presentadora de un programa de entrevistas con personalidades en un canal austrí­aco.

Pero desde hace varios meses adoptó una actitud más discreta e insiste cada vez más en su derecho a la vida privada.

Hace muy poco, la comisión de investigación creada en febrero de 2008 para verificar eventuales errores o negligencias policiales durante las investigaciones del secuestro, sugirió que podrí­a haber varios secuestradores.

Una niña de 12 años, testigo del secuestro, ya habí­a dicho en 1998 que habí­a visto a dos hombres en la camioneta blanca en la que Natascha Kampusch fue secuestrada. Este elemento, que no despertó el interés de los investigadores luego de que la ví­ctima reapareciera, condujo al Ministerio de Interior a constituir una comisión de investigación.

Kampusch siempre defendió la tesis de un único secuestrador y se rehusó a hablar en público de sus relaciones con él durante su cautiverio.

El presidente de la comisión, el ex presidente de la Corte Constitucional, Ludwig Adamovich, causó sorpresa recientemente al declarar al periódico sensacionalista Kronen Zeitung que era «concebible que su periodo de cautiverio era mejor que lo que habí­a vivido hasta entonces», agregando que la madre de la ví­ctima, Brigitta Sirny, «no era una madre particularmente afectiva».

Sirny anunció inmediatemente que lo demandarí­a.

Otro miembro de la comisión, el ex presidente de la Corte Suprema, Johann Rzeszut, fue aún más lejos en un correo electrónico dirigido al periódico Osterreich en el que afirmó que la vida de Kampusch podrí­a estar en peligro si Priklopil tení­a efectivamente un cómplice.

«Tememos leer un dí­a en los diarios «Natascha Kampusch ví­ctima de un accidente mortal»», escribió.

Incluso si la comisión tomó la precaución de siempre hablar de hipótesis que necesitan complementos de investigación, presenta a la ví­ctimas como una sospechosa, según los abogados de la joven que hoy tiene 21 años.

Kampusch vive actualmente en su propio departamento en Viena y pasa su bachillerato. Heredó la casa de Priklopil en Strasshof así­ como su vehí­culo. Varios expertos dan a entender que podrí­a sufrir del sí­ndrome de Estocolmo, según el cual las ví­ctimas de un secuestro terminan por desarrollar cierta simpatí­a por sus secuestradores.

En una entrevista con la radio alemana NDR difundida ayer, Kampusch se quejó de no poder sentirse libre: «Debo defenderme y justificarme constantemente sobre mi manera de ser y eso exige mucha energí­a. Nadie me deja ser yo misma» y agregó luego que «el secuestrador, él, me dejó ser yo misma, de cierta forma».