¿Dónde está la vehemencia y el compromiso del presidente Colom? Se acuerdan ustedes del acto rimbombante realizado el 15 de abril de este año en la sala principal del gran Teatro Nacional, donde el gobernante acompañado de los presidentes del Organismo Legislativo, Organismo Judicial y el Jefe del Ministerio Público y Fiscal General de la República firmaron, ante funcionarios, diplomáticos y miles de testigos, el Acuerdo Nacional para el Avance de la Seguridad y la Justicia ANASJ.
En aquella ocasión, los jerarcas de las iglesias Católica y Evangélica, el Rector de la Universidad de San Carlos y el Procurador de los Derechos Humanos, aceptaron constituirse en grupo de garantes. El papel de estos cuatro personajes ha sido crítico, tanto que en algún momento han dicho que podrían dejar de ser garantes, si no ven voluntad política de los gobernantes para honrar los 101 compromisos contenidos en el ANASJ. A pesar del estira y encoge, hasta ahora los cuatro garantes se mantienen y están a la espera de conocer los primeros resultados, avances de cumplimiento y ejecución de los compromisos asumidos.
Por cierto, los compromisos 50 y 96 del ANASJ establecen la forma y frecuencia con la que el Ejecutivo debe informar a la población y a los garantes sobre los avances logrados en el cumplimiento de los acuerdos. Desde que se firmó el ANASJ, luego se presentó la Hoja de Ruta que cuestionaron los garantes, no se ha vuelto a saber más del asunto y todavía no se conoce ni siquiera el primer informe de avances que según el acuerdo, debe hacerse cada mes. ¿Cuándo podrá verificar la población cuáles han sido los avances, retrocesos o incumplimientos del ANASJ?
Mientras tanto, la violencia social y la falta de justicia continúan siendo temas sensitivos para la sociedad. Las cifras de muertes violentas siguen en aumento y ¡Oh sorpresa!, el presidente Colom asegura que la violencia ha disminuido, craso error que lo obligó a rectificar y reconocer la grave situación. Así las cosas, es de esperar que la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad, rinda los próximos días el primer informe de avances del ANASJ.
Urge que las autoridades correspondientes informen a la población sobre lo que se ha hecho, lo que se está haciendo y cómo se está dando cumplimiento a los compromisos de los tres organismos de Estado contenidos en el Acuerdo Nacional. Insisto en que la sociedad civil tiene la oportunidad de verificar y exigir a los gobernantes que rindan cuentas sobre estos temas delicados.
P.S. Agradezco envío de la publicación «FARC-EP. Temas y problemas nacionales 1958-2008», editado por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. Es una investigación para comprender y dar razón de los fundamentos políticos y reivindicativos que dan vida, sentido y presencia a esta organización insurgente en el desarrollo de la historia de Colombia a lo largo de medio siglo de existencia. Se trata de un estudio etnográfico e histórico que busca aproximarse a la cultura política de las FARC-EP, permitiéndole a la organización expresarse desde sus propios referentes de sentido.