El hombre de éxito convierte sus fracasos en trampolines que lo impulsan hacia un glorioso destino.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
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Un ganador es un luchador común y corriente, sólo que, en el combate, persevera más tiempo que los demás.
Un campeón no es aquel que se adapta a sus defectos, sino el que los reconoce y los corrige.
Aparentemente, los campeones también descansan, pero sólo para corregirse y planear estrategias de triunfo.
«Espero que no haya problemas», dicen los mediocres; «Â¡Obstáculos quiero!», exclaman los valientes.
A un triunfador, probablemente lo veamos retroceder; pero, para lanzarse con mayor impulso.
Un vencedor no se asusta ante los problemas pues, sabe que para todos tiene la mejor solución.