La industria del celular sufrió una caída de casi un 9% de sus ventas en el primer trimestre, unos datos que hacen temer que 2009 sea el año más difícil de su historia con probables reestructuraciones y miles de despidos.
Según las cifras publicadas por la consultoría Gartner, las ventas cayeron un 8,6% en los tres primeros meses del año, para situarse en 269 millones de unidades vendidas. Es el mayor desplome jamás registrado en esta época del año.
Gartner pronostica una caída del 4,2% para todo el año 2009, debido a la crisis económica y a la saturación de varios mercados.
Este año debería ser aún «más complicado» que 2001, cuando las ventas cayeron 3,7% tras el estallido de la burbuja de internet, dijo a la AFP la analista Carolina Milanesi.
Este retroceso, iniciado a finales de 2008, sucede tras más de seis años de crecimiento ininterrumpido y a menudo con tasas de dos dígitos.
«Es una crisis importante, sin precedentes», subraya Michael Nique, del Instituto del Audiovisual y las Telecomunicaciones en Europa (IDATE), recordando que en 2001 la industria del celular era «tres veces menos importante que hoy», con alrededor de 400 millones de unidades vendidas, contra 1.200 millones en 2008.
Esta crisis afecta a casi todas las regiones del mundo, incluso a los países emergentes. La recesión incentiva los consumidores a aplazar la compra o el reemplazo de su celular, o a comprar uno de segunda mano.
El gran perdedor es el fabricante estadounidense Motorola: por falta de modelos adaptados, en los tres primeros meses del año, sus ventas se desmoronaron un 45% y cede su tercer puesto mundial al surcoreano LG.
El sueco japonés Sony-Ericsson registra por su parte un retroceso del 35% de su facturación trimestral y acumula pérdidas desde hace tres meses.
Hasta el número uno, el finlandés Nokia, sufre de esta tormenta: consigue mantener su liderazgo pero su cuota de mercado retrocede en un año del 39,1% hasta el 36,2%. Por primera vez en dos años, sus ventas trimestrales no superan los 100 millones de unidades (97 millones de ejemplares vendidos). Además el precio promedio de sus celulares cayó un 18% en un año, lo que golpea duramente su rentabilidad.
Ante esta situación inédita, los fabricantes deben «inevitablemente tomar medidas, decidir por ejemplo una reorientación estratégica para concentrarse en ciertos segmentos de mercado como los teléfonos inteligentes o «smartphones» (celulares multifunción que permiten navegar por internet y ver vídeos), o los servicios» a través de tiendas en línea, subraya Nique.
Esas reorganizaciones ya tienen de hecho un impacto social: Motorola anunció la supresión de 5.000 puestos de trabajo en su rama de celulares, Sony-Ericsson unos 4.000 desde julio y Nokia unos 4.600 desde noviembre, con 1.300 a través de salidas voluntarias.
Según Carolina Milanesi, «las reducciones de costes continuarán» y podrían traducirse en nuevos recortes de plantilla.
Pero pese al pesimismo que azota el sector, algunos presentan todavía datos insolentes como los surcoreanos Samsung y LG (respectivamente 21,4% y 13%) gracias a sus actividades de pantallas táctiles, o Apple y RIM (Blackberry) que aprovechan el crecimiento del segmento «smartphone».