El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, aseguró hoy que Latinoamérica debería promover un cambio de régimen en Cuba, e insistió en comparar al líder cubano Fidel Castro con el ex dictador chileno Augusto Pinochet, por «la brutalidad» de su régimen.
Arias salió al paso de los ataques lanzados el miércoles por el gobierno cubano en el diario oficial Granma, que lo tildó de «vulgar mercenario» de Estados Unidos, «vanidoso, mediocre y enfermo de protagonismo», luego de que comparó a Castro con Pinochet, fallecido el pasado 10 de diciembre.
Cuba también acusó a Arias de apoyar «descaradamente» el plan del gobierno estadounidense para acelerar una transición en Cuba.
«Eso es propio, es una característica del régimen (cubano), es el Partido Comunista dolido», dijo Arias, insistiendo en «la necesidad de que una vez desaparecido Fidel Castro, Iberoamérica debe intervenir, o hacer algo para conseguir una transición pacífica en Cuba hacia un régimen democrático y libre».
«Es evidente que han desaparecido todas las dictaduras en esta parte del mundo, excepto la cubana, y el pueblo de Cuba no se merece 47 años de dictadura», subrayó el mandatario costarricense en declaraciones a la prensa local.
Fidel Castro cedió el poder a su hermano Raúl el pasado 31 de julio luego de ser sometido a una cirugía intestinal, y desde entonces surgieron múltiples conjeturas sobre el estado de su salud.
Arias, premio Nobel de la Paz en 1987, insistió en que sería apropiado que el gobierno cubano consulte con los ciudadanos si desean o no que Raúl Castro se perpetúe al frente del país cuando su hermano Fidel deje definitivamente el poder.
En alusión a las comparaciones de Castro con Pinochet, Arias reiteró que la única diferencia entre ambos es su «signo ideológico».
«Pero su comportamiento ha sido muy similar: mandar a ejecutar, terminar o liquidar, asesinar a sus adversarios. Eso fue lo que dije y lo mantengo».
El 7 de agosto Arias anunció que enviaría a Raúl Castro una carta para pedirle que convocara a elecciones en la isla, tras la delegación del poder.
Un día después, los dos gobiernos sostuvieron una disputa tras el fallido intento de pactar una reunión entre Arias y el vicepresidente cubano Carlos Lage, cuando ambos asistieron a la toma de posesión del presidente Alvaro Uribe en Colombia.
Las relaciones entre los dos países nunca fueron tan tirantes como en la actualidad, ya que Costa Rica siempre enfoca sus críticas al tema de los derechos humanos en La Habana.
Desde 1992, las relaciones entre San José y La Habana se limitaron a una oficina de intereses, en 1999 se restablecieron a nivel consular, aunque siempre con incidentes.