Estados Unidos va a cambiar su estrategia antiterrorista para adaptarla a las nuevas amenazas, con una mayor preparación de la ciudadanía, dijo hoy la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.
«Tenemos que alcanzar un estado de preparación constante, no vivir en un estado de miedo constante», explicó Napolitano, en una crítica implícita a la política en la materia del gobierno anterior, del republicano George W. Bush.
La amenaza terrorista contra Estados Unidos es «persistente y evolutiva», aseguró Napolitano en un discurso pronunciado en Nueva York ante el Consejo de Relaciones Exteriores, donde explicó la nueva estrategia.
Napolitano presentó la realidad de un mundo distinto al de 2001, cuando Estados Unidos bajo la presidencia de Bush sufrió el peor ataque de su historia en su territorio, y replicó lanzando la «guerra contra el terrorismo».
«Los terroristas hoy están en un mundo Web 2.0 (…) Necesitamos más tecnología pero también repensar las cosas», enfatizó Napolitano, que citó el ejemplo de los recientes atentados en Bombay, donde se usaron GPS, teléfonos satelitales, Google Earth y televisión por cable.
Sin embargo, en otra referencia implícita a la era Bush, advirtió: «Un enfoque sensato para mantener seguro a Estados Unidos tiene que estar basado en los valores que definen nuestra nación».
«Son valores que nos llevaron a combatir y a ganar dos guerras mundiales y que quedaron en evidencia en los sombríos días posteriores a los ataques del 11 de septiembre. Tenemos que volver a adoptarlos», afirmó.
Según Napolitano, una respuesta colectiva es la mejor forma para que Estados Unidos «proteja su territorio y permanezca fiel a sus valores», haciendo partícipe a la población.
«Las consecuencias de vivir en un estado de miedo en lugar de un estado de preparación son enormes», insistió. Dijo que un equipo recién nombrado examina la posibilidad de reformar el sistema actual de alerta codificado en colores.
Los cuatro pilares de la nueva estrategia son: la cooperación con los aliados internacionales, la aplicación de todos los poderes del Estado federal, la vigilancia policial y el recurso a la colaboración de la población civil.
«Necesitamos una cultura de responsabilidad colectiva, una cultura donde cada individuo comprenda cuál es su papel», explicó, citando casos recientes de iniciativas individuales que ayudaron a desmantelar amenazas de terrorismo interno, en Nueva Jersey, Pensilvania o Carolina del Norte.
La nueva amenaza terrorista, según la jefa de Seguridad Interior del presidente Barack Obama, es «asimétrica», porque recurre a una «violencia privatizada» no vinculada a un Estado soberano.
«La amenaza nuclear o radiológica nos preocupa altamente, y reducir esa amenaza es una prioridad clave», dijo. «Pero también debemos estar preparados para las amenazas biológicas y químicas que Al Qaida ha buscado durante años», enfatizó en referencia a la red fundamentalista de Osama bin Laden.
Napolitano indicó además que Estados Unidos quiere que sus fronteras físicas sean «la última línea de defensa y no la primera».
Por eso, Washington «está negociando acuerdos con sus aliados europeos y de otras partes del mundo para compartir información sobre los viajeros aéreos antes de que viajen, recabar información biométrica crucial para saber quién está en nuestro país y escanear el equipaje y la carga», explicó.
Napolitano mencionó la prioridad de proteger la frontera terrestre con México «ayudándolo a fortalecer su propio sistema policial y de inteligencia» y dijo que Estados Unidos en ese sentido «está yendo mucho más allá que en el pasado».