Los trabajos de preparación para la cumbre del grupo de Tuxtla, que mañana reunirá a los presidentes de Centroamérica, Colombia y México, comenzaron ayer en Guanacaste, norte de Costa Rica, con una agenda marcada por la complicada crisis de Honduras.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, acudirá al cónclave, pero el depuesto mandatario hondureño Manuel Zelaya dijo que permanecerá en Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras, con sus seguidores para continuar su intento por regresar a su país.
«No hay planes para esta semana (de viajar al exterior). Esta semana mi vida es a la par del pueblo», aseguró Zelaya en Ocotal, Nicaragua, pero aclaró que piensa reunirse en un futuro con el dirigente de la OEA.
Insulza, que llegará a Guanacaste el martes, es invitado del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, mediador en la crisis surgida del golpe de Estado del 28 de junio que derrocó y envió al exilio a Zelaya, en medio de una disputa por un referendo para reformar la Constitución.
A 270 km de San José, en una paradisíaca playa del Pacífico norte de Costa Rica, la XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla reunirá a Arias y sus colegas Alvaro Uribe (Colombia), Felipe Calderón (México), Alvaro Colom (Guatemala), Mauricio Funes (El Salvador) y Ricardo Martinelli (Panamá), en tanto que el nicaragí¼ense Daniel Ortega no ha confirmado su asistencia.
Zelaya, quien el domingo descartó viajar a Washington como se había anunciado, es «el presidente constitucional» por lo que es el único invitado por Honduras y no Roberto Micheletti, quien encabeza el gobierno de facto, declaró Arias a la prensa.
Comisiones técnicas afinan la «Declaración de Guanacaste», que discutirán el martes los concilleres y firmarán el miércoles los presidentes, dijo Alejandro Solano, director General de Política Exterior de la cancillería costarricense.
«La Declaración muestra importantes avances, pero también esperamos algunas nuevas observaciones, una referencia específica a la situación en Honduras derivada del golpe de Estado, así como una mención sobre la necesidad de insistir en las vías pacíficas y del diálogo a la crisis», expresó.
La OEA, que suspendió a Honduras del organismo el pasado 5 de julio, condenó el golpe al igual que toda la comunidad internacional, y apoya una propuesta de Arias, que era discutida este lunes por el Congreso en Honduras.
El plan de Arias incluye la restitución de Zelaya en el poder y su renuncia a una consulta popular para la reelección, el adelanto en un mes de las elecciones del 29 de noviembre, amnistía para delitos políticos cometidos en la crisis y un «gobierno de reconciliación nacional».
Además de ese punto, que centrará la discusión sobre el fortalecimiento de las democracias, los presidentes analizarán la crisis financiera, los esfuerzos contra la gripe A (H1N1) y la seguridad en una región sacudida por la violencia del narcotráfico y la delincuencia común.
El Mecanismo de Tuxtla, creado en enero de 1991 como instrumento de integración y desarrollo, impulsa proyectos conjuntos en infraestructura, energía, telecomunicaciones, salud y medio ambiente.
«Hemos constatado un importante grado de avance» de los programas como los que «generan una plataforma de infraestructura eléctrica, telecomunicaciones y una red de carreteras» que integra más de 13.000 km, explicó la comisionada presidencial de Costa Rica para el Proyecto Mesoamérica y embajadora en México, Gioconda Ubeda.
A la cumbre también acudirán el vicepresidente de República Dominicana, Rafael Alburqueque; el viceprimer ministro de Belice, Gaspar Vega; el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesia; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Moreno, y representantes de otros organismos regionales y de la ONU.