De hecho, el nuevo virus híbrido resulta de una recombinación de virus porcino, aviario y humano. Por lo tanto, no hay razones para llamarla «porcina», sobre todo porque la enfermedad no hizo estragos en los criaderos de cerdos y no hay ninguna prueba de que el ser humano haya sido contaminado por estos animales.
Si bien los medios de comunicación de lengua inglesa siguen utilizando el término «swine flu» (gripe porcina), en el mundo hispano y francohablante, es una verdadera cacofonía.
Tanto en Italia como en Portugal o en España, el término más utilizado es el de «gripe A», o incluso simplemente «nueva gripe», también de moda en Grecia, en detrimento de «gripe porcina», que tiende a desaparecer.
En varios países de América Latina se la denominada Influenza A.
En España, se habla a menudo de «gripe A», mucho menos frecuentemente de «nueva gripe», y ya casi nunca de «gripe porcina».
Croacia y Bosnia hablan regularmente de «gripe porcina», pero Serbia prefiere la «gripe mexicana».
En Francia, «gripe A H1N1» tiene tendencia a ganar la batalla, o incluso «gripe A» a secas, como en Suiza. En Bélgica, la prensa francohablante utiliza el término «gripe A» o «A/H1N1» o incluso «AH1N1» mientras que del lado flamenco, se habla de «gripe mexicana», como en Holanda.
Argelia optó por «gripe porcina» para sus títulos, pero precisa que se trata del virus A H1N1 en el cuerpo de las notas.
El sistema de designación oficial de los virus gripales indica sucesivamente el tipo (A, B, C, pero el virus A es el único responsable de las pandemias), el lugar de origen, el número de orden local del virus, las últimas dos cifras del año de aislamiento (los últimos cuatro a partir de 2000) y la fórmula antigénica (H y N resignan las dos proteínas -antígenos- de la superficie del envoltorio viral).
Por ejemplo, la vacuna contra la gripe estacional estaba compuesta en 2008 por tres cepas: A/Brisbane/59/2007 (H1N1); A/Brisbane/10/2007 (H3N2); B/Florida/4/2006.