El depuesto Manuel Zelaya busca organizar en la ciudad nicaragí¼ense de Ocotal, cerca de la frontera con Honduras, un «frente cívico de resistencia contra el golpe», en tanto en Tegucigalpa el Congreso hondureño debate hoy una propuesta del mediador í“scar Arias.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó hoy el asesinato de un seguidor del depuesto Manuel Zelaya el sábado en Honduras, y pidió al gobierno de facto garantizar la seguridad de la población.
«La CIDH exige que se investigue este asesinato y se sancione a los responsables» de la muerte de Pedro Muñoz, dijo el comunicado. El cuerpo de Muñoz, de 24 años, fue encontrado en un terreno baldío el sábado, según testigos con señales de tortura, luego de haber sido arrestado un día antes por la policía.
El cuerpo fue hallado en la frontera hondureña con Nicaragua, zona donde han convergido seguidores del presidente Zelaya, quien trata de volver a Honduras, luego de que fuera derrocado el 28 de junio por un golpe de Estado.
El órgano independiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) criticó además «la reiterada utilización de diversos estados de emergencia en Honduras, mediante los cuales se han suspendido derechos fundamentales», en un comunicado.
Los simpatizantes de Zelaya desafían un toque de queda que rige en la zona fronteriza de Honduras desde el viernes al mediodía.
La CIDH pidió al gobierno de facto que garantice «el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de todos los habitantes de Honduras».
Varias ONG han denunciado violaciones a los derechos humanos bajo el gobierno de facto de Roberto Micheletti, en tanto la CIDH ha solicitado hacer una visita a Honduras para evaluar la situación.