Coupling


Fernando Ramos

A pesar de ser algo cotidiano, las relaciones de pareja siempre han sido complicadas. Muchos se quejan acerca de lo difí­cil que es encontrar a la persona que haga «match» con ellos, hasta llegan a pensar que es imposible, y para quienes la encuentran el problema es conseguir la estabilidad, el ansiado «hasta que la muerte los separe».


En la televisión el tema es recurrente, aunque es por el lado de la comedia que más se ha abordado; en ese sentido, se pueden mencionar tí­tulos como: «Mad about you» y «Friends», dos de las más celebradas series; la primera realizada a partir de guiones bien elaborados, con diálogos y situaciones inteligentes; la segunda bastante más «light», con guiones que bordean la ingenuidad, en donde las situaciones caminan sobre la lí­nea del absurdo y el chiste fácil, pero que gusta a gran cantidad de gente.

En mayo de 2000 la BBC lanzó «Coupling», comedia de situación planteada, a primera vista, con el mismo formato de «Friends»; algunos incluso la llamaron la versión inglesa de la exitosa seria estadounidense. No han pasado dos episodios cuando se advierte que la creación de Steven Moffat tiene mayores atributos; pero no es la intención comparar una con la otra.

El tono de la serie es desenfadado, los personajes hablan con total libertad; el tema sexual aparece en todos los episodios, sin llegar a caer en el mal gusto; los personajes utilizan el clásico histrionismo de la comedia inglesa y aunque exageran en los gestos, consiguen alto grado de credibilidad.

El conjunto de protagonistas generan la quí­mica suficiente, entre ellos, y la proyectan en pantalla. Son tres hombres y tres mujeres, eventualmente cuatro de ellos llegan a ser pareja. Jack Davenport interpreta a Steve Taylor, Richard Coyle a Jeff Murdock y Ben Miles a Patrick Maitland, los tres hablan continuamente de chicas; en su orden, uno intenta mantenerse estable en su relación; otro difí­cilmente logra que alguna chica salga con él, pues su nerviosismo siempre lo traiciona, pero es el personaje más divertido; el último anda por la vida teniendo relaciones casuales, incluso la palabra novia está desterrada de su vocabulario.

Las mujeres son caracterizadas por: Sarah Alexander como Susan Walter, la contraparte femenina de Patrick, aunque conforme avanzan los episodios su conducta se va modificando; Sally Harper es Kate Isitt, su máxima obsesión es mantener bien su apariencia fí­sica, de ahí­ que el avance de los años y el deterioro sea también su mayor terror; Gina Bellman es Jane Christie, su fin último en la vida es acostarse con alguien, es ingenua, pero aspira a encontrar al prí­ncipe azul, sin importar que la búsqueda sea a prueba y error.

Las actuaciones son muy buenas y los personajes están bien construidos; sin embargo el gran mérito es el montaje. La forma de contar las historias es original; con giros en el tiempo, acciones simultáneas, «flash backs»; recursos que hacen de cada episodio algo distinto.

La serie duró apenas cuatro temporadas, en total veintiocho episodios, de veintisiete minutos cada uno; aunque es popular en el Reino Unido, no tuvo mayor repercusión en América. Es un producto digno de ser visto. Está disponible en DVD.

En Internet


http://cineforochapin.blogspot.com

CALIFICACIí“N


1ª temporada 8/10

2ª temporada 8/10

3ª temporada 9/10

RESEí‘A


Los personajes son seis treintañeros, tres chicas y tres chicos, que protagonizan historias veloces, plagadas de absurdo y flashbacks delirantes en tono muy inglés. Con lo mejor de Friends y de How I Met Your Mother, cada episodio te pide otro, y después otro, y resulta muy complicado poner pausa para ir a dormir, o para hacer todas esas otras cosas alejadas del televisor, esas cuestiones que algunos llaman vida.

Lenguaje adulto, profundidad adulta, humor adulto. Esa maravillosa incorrección británica que siempre nos deja, detrás de la sonrisa, un problemón filosófico. Coupling tiene todas las virtudes de las series escritas por una sola persona.