El proceso estudiaba la denuncia de Marcus McGee, un DJ de la ciudad de Southport, cercana a Liverpool, que acusaba a la estrella de los «Reds» y a varios de sus amigos de haberle agredido el 29 de diciembre, horas después de que el equipo goleara 5-1 al Newcastle.

Durante el juicio, el capitán del Liverpool describió al denunciante como «agresivo» y explicó que le habí­a golpeado sólo como medida de defensa.Gerrard no mostró ninguna emoción en el anuncio de la decisión, a la que se llegó tras setenta minutos de deliberación.

«Es un veredicto creí­ble teniendo en cuenta todos los hechos. Puede salir de este tribunal con su reputación intacta», comentó el juez Henry Globe tras dar a conocer la decisión.Los cinco coacusados se habí­an declarado culpables, pero el jugador, de 29 años, defendió su inocencia. «Sinceramente creí­ que Marcus vení­a hacia mí­ para pegarme», afirmó.

En la comparecencia, el futbolista se mostró arrepentido por su reacción. Su detención en diciembre provocó un gran impacto en el Reino Unido, ya que se trataba de un jugador que hasta entonces se habí­a caracterizado por ser noticia únicamente por sus actuaciones sobre el césped.