Mariano Cantoral
Desde hace poco más de un año, existe un sitio en de la red «nacional» donde el arte se libera de la prisión de los prejuicios y se desliga de cualquier condición elitista y actitud menospreciadora; se trata de la revista antológica virtual, en formato blog, «Te Prometo Anarquía» (TPA).
TPA surgió como un proyecto personal del escritor guatemalteco Rafael Romero, licenciado en Letras por la Universidad de San Carlos, quien actualmente reside en Madrid, España, desde donde realiza una valiosa labor como promotor cultural mediante la administración de este espacio en la red.
Ayudado por los milagros telemáticos de la Internet, establecí contacto con Rafael Romero mediante el intercambio de correos electrónicos, para obtener información más detallada acerca del proyecto de TPA (www.teprometoanarquia.blogspot.com).
Con la consigna de ser una «procesión poética desde la fauces de un país en llamas», y el «b-side» (lado b) del arte guatemalteco, «en TPA se buscan voces y rostros de individuos nóveles, empíricos, amateurs, experimentales, inéditos, desconocidos, mal valorados, underground, transgresores, outsiders, lejanos, emergentes, ex anónimos, dispersos, descentralizados, alternativos, anti-elitistas, pensantes y ávidos de darse a conocer», explica Romero.
TPA es un espacio de naturaleza anti-elitista, sin desvíos ideológicos ni barreras erigidas con apreciaciones subjetivas, una de sus intenciones principales es demostrar que el arte no debe ser cohibido en ninguna de sus aristas, y que es suficiente una estética relativa, mucho empeño y pasión, para imaginarlo, crearlo y difundirlo, de esto último se encarga TPA.
Continúa Romeo, afirmando que uno de los obstáculos a los cuales se ha tenido que enfrentar han sido «las dificultades para promocionar el proyecto en los medios de comunicación local».
Cualquiera podría pensar al leer el título, que TPA se trata de un movimiento ideológico o sociopolítico, pero sus propósitos son enteramente artísticos y culturales.
Desde que los blogs cobraron apogeo en el ámbito nacional como un medio de expresión, no ha habido un sitio colectivo que haya provocado tanta convergencia de artistas y consecuentemente de degustadores del arte. El simple hecho de que el artista colaborador no tenga que someterse a tamices selectivos y excluyentes, constituye un estímulo para que la inspiración fluya y el arte, como todo buen artefacto dialéctico, germine y se desarrolle.
Es menester resaltar que en TPA, no acuden únicamente escritores, en el devenir de su vigencia, se han sumado artistas que cultivan diferentes ramas, como las visuales, plásticas, mixtas, entre otras. Además de la miscelánea de tendencias, géneros y corrientes.
El hecho de congregar en un sólo espacio múltiples voces (ya casi 70), diferentes matices, diversas generaciones, ha significado un experimento poético «new age» muy interesante, sólo posible con el aprovechamiento sostenible de lo que la «Red Global Mundial» y sus aplicaciones gratuitas nos ofrece. El espacio se actualiza semanalmente, cada vez con la muestra artística de un nuevo colaborador.
Según el escritor guatemalteco Eddy Roma «TPA es una convocatoria que favorece el encuentro de toda clase de trabajos. En ese colectivo caben poesía, narrativa, ensayo, pintura, fotografía y diseño gráfico. Es un tianguis abierto a todos los públicos».
Para poetas y escritores, que son la base original de TPA, ha servido como una vitrina catártica pues algunos de ellos ya dan de qué hablar en el panorama literario guatemalteco.
Rafael Romero se ha adjudicado la ardua tarea de rastrear por toda la red, con la lupa de «Google» y de los «links», para descubrir qué se está gestado en el ambiente artístico de Guatemala y realizar una invitación para «apuntarse» en la lista anárquica de TPA.
El joven poeta guatemalteco Gabriel Woltke opina que «Te Prometo Anarquía sobrepasa la concepción que pudiéramos tener sobre una antología; el hecho que nadie juegue un papel de seleccionador, hace que los alcances de convocatoria no tengan criterios limitantes, incluso no se hace distinción entre ilustradores, fotógrafos y escritores».
Romero me comenta acerca de las metas que desea materializar a corto plazo, y estas son: a) crear un dominio propio (.com); b) tocar las puertas que haga falta en medios de comunicación de Guatemala y de Latinoamérica para difundir y promover TPA como una muestra significativa del panorama literario-artístico guatemalteco; c) tratar de recolectar voces y rostros menos centralizados. A largo plazo: a) realizar lecturas o encuentros literario-artísticos puntuales con algunos de los colaboradores y b) buscar apoyo para publicar una selección antológica impresa de TPA.
Concluye Romero confesando que «visto desde afuera, mantener vivo TPA quizás parezca fácil, pero no lo es. Requiere tiempo y dedicación. Este es uno de mis proyectos personales y como tal, lo hago por pura satisfacción, desafortunadamente no me dedico a él única y exclusivamente».
Al saber de un proyecto tan novedoso y ambicioso como TPA, me doy cuenta de que la carestía de arte en nuestro país, no radica en la creación, sino en la motivación y difusión. En TPA, el único soberano es el arte. Rafael Romero es únicamente un elemento socio-fantasmagórico y lírico, encargado de administrar el pacto voluntario que sin ningún tipo de coacción nos somete al arte anárquico.
http://www.teprometoanarquia.blogspot.com/
teprometoanarquia@gmail.com