Otros tres militares estadounidenses fallecieron hoy en Bagdad, lo cual eleva a 2 mil 975 la cifra de norteamericanos muertos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003 y supera el balance de 2 mil 973 víctimas registrado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Asimismo, otros 25 civiles iraquíes murieron y otros 80 quedaron heridos hoy en varios atentados cometidos en el país del Golfo.
«Tres militares murieron en el noreste de la ciudad en la explosión de una bomba al paso de su patrulla», anunció el ejército estadounidense en un comunicado.
Poco antes, el ejército de Estados Unidos había anunciado la muerte de otros tres soldados, fallecidos en dos incidentes separados al estallar bombas cuando sus vehículos transitaban por el suroeste de la capital.
Con estos decesos asciende a 2 mil 975 el número de militares estadounidenses y personal asimilado muerto en Irak desde la invasión de este país, según un balance en base a cifras del Pentágono.
Este balance supera el número de 2 mil 973 víctimas registrado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, que desencadenaron la intervención norteamericana en Afganistán, con el pretexto de atrapar al jefe de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, y la invasión de Irak.
Irak es escenario de una violencia diaria que este martes se cobró la vida de más de 20 personas sólo en Bagdad.
Al menos 16 personas murieron y otras 70 quedaron heridas en un atentado con coche bomba en un barrio del suroeste de Bagdad, informaron varias fuentes.
Tres vehículos estallaron con algunos instantes de intervalo en una de las principales avenidas del barrio mayoritariamente chiíta de Al Bayiha, muy frecuentado a media mañana.
Poco después, sobre las 11:45 (hora local), una bomba explotó en un bazar del céntrico barrio de al-Sharji, al sur de la orilla este del río Tigris.
Cuatro personas murieron y otras 15 resultaron heridas en el atentado, según un balance proporcionado por una fuente iraquí de seguridad.
Durante toda la jornada las sirenas de las ambulancias resonaron en el centro de la capital iraquí, acompañadas de explosiones regulares y disparos con armas automáticas.
Los atentados suicidas o perpetrados con bombas son casi cotidianos en Bagdad, donde grupos insurgentes sunitas y milicias armadas chiítas protagonizan la violencia confesional que sufre el país.
El lunes, día de Navidad, al menos 10 civiles iraquíes murieron en la explosión de un coche bomba en el este de la ciudad.
En otras zonas del país la violencia también se hizo sentir el martes.
En Kirkuk (norte), tres niños murieron y seis fueron heridos por la explosión de un bomba al paso de un grupo de escolares. Todas las víctimas tienen menos de 12 años.
Once personas resultaron heridas en la explosión de un coche bomba en Baiji, también al norte, mientras que en Baaquba las fuerzas de seguridad descubrieron seis cuerpos, algunos con marcas de tortura.
Por último, dos detenidos se escaparon el domingo de la inmensa prisión norteamericana de Camp Bucca, según el ejército estadounidense, que no precisó la identidad y las circunstancias de su evasión.
El ex dictador Saddam Hussein será ejecutado en los próximos 30 días por crímenes contra la humanidad, después de que la condena fuera ratificada hoy por el tribunal de apelación iraquí, anunció el juez Arif Shaheen.
«No puede exceder de 30 días. A partir de mañana la sentencia podría ser aplicada en cualquier momento», dijo el juez miembro del tribunal de apelación, tras confirmar que la sentencia fue ratificada y no puede ser recurrida.
El medio hermano de Saddam Hussein, Barzan al-Tikriti, ex jefe de los servicios de información, y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad al-Bandar, también condenados a muerte, serán igualmente ejecutados, según la fuente.