Turkmenistán preparaba hoy las exequias para mañana del omnipotente y extravagante presidente Saparmurat Niazov, fallecido el jueves, una ceremonia que promete ser pomposa y que tendrá como telón de fondo la sucesión de «Turkmenbachi», «el padre de todos los turcomanos».
La presencia policial fue reforzada en las calles de la capital y en las principales carreteras, según un periodista de la AFP en la zona.
La carretera que une la capital, Ashjabad, con Kipchak, el pueblo natal de Niazov, donde se celebrarán sus funerales, estaba bloqueada.
Los empleados trabajaban a destajo el sábado bajo una intensa lluvia para acondicionar esta carretera que debe tomar el cortejo fúnebre el domingo a las 07:00, según las autoridades.
El cuerpo será expuesto a partir de las 04:00 en el palacio presidencial.
Saparmurat Niazov, que falleció a los 66 años, dirigió con mano de hierro durante 21 años este país de Asia central. El culto a su personalidad fue una de las características de este excéntrico régimen.
«Turkmenbachi», como se hacía llamar, será enterrado en el mausoleo familiar, situado a pocos cientos de metros de uno de sus faraónicos proyectos, la mayor mezquita de Asia central en cuyos muros hizo grabar sus versos, junto a los del Corán.
El presidente ucraniano, Viktor Yushenko, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Mijail Fradkov, asistirán a las exequias.
Turkmenistán se pregunta hoy quién será el sucesor de Niazov, que no designó a su sustituto. Son pocos los turcomanos que imaginan la vida sin quien se autodenominó presidente vitalicio en 1999.
«Pensábamos que siempre estaría con nosotros, que nunca le ocurriría nada. Todos estamos inquietos», confesaba Maral Seidova, una estudiante de 20 años.
«Â¿La vida continuará como antes o empeorará?», se pregunta Alexei, un taxista de 46 años.
La presidencia interina ha sido confiada a uno de los viceprimer ministros, Gurbanguly Berdymujamedov, a la espera de que se celebren comicios en dos meses en esta ex república soviética repleta de gas natural y situada sobre la costa oriental del paraíso energético que representa el Mar Caspio.
Berdymujamedov ha sido el encargado de organizar los funerales, un papel que en la tradición soviética era confiado al sucesor.