Muerte en San Fermines


FOTO LA HORA: AFP  IDOIA-FOTO AUMA

Los toros en las fiestas de San Fermí­n luego de ser soltados representan un peligro para todos los participantes que al igual que en la imagen se arriesgan a ser corneados.» title=»FOTO LA HORA: AFP  IDOIA-FOTO AUMA

Los toros en las fiestas de San Fermí­n luego de ser soltados representan un peligro para todos los participantes que al igual que en la imagen se arriesgan a ser corneados.» style=»float: left;» width=»250″ height=»170″ /></p>
<p>Un español murió hoy corneado por uno de los toros del cuarto encierro de las fiestas de San Fermí­n en Pamplona (Navarra, norte de España), el más peligroso de los corridos hasta ahora en estos festejos, con varios heridos por asta de toro.</p>
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El mozo Daniel Jimeno Romero, de 27 años y procedente de Alcalá de Henares, en las afueras de Madrid, «falleció» al recibir «una cornada que perforó el pulmón», precisó un portavoz de los organizadores de las fiestas.

Según los organizadores, el fallecido sufrió una cornada que le ha «afectado a la (arteria) aorta, la (vena) cava y el pulmón del mozo produciéndole lesiones incompatibles con la vida» en el encierro más peligroso de los corridos hasta el momento en las fiestas de San Fermí­n.

Además del fallecido, que se encontraba de vacaciones en Pamplona, un argentino de 24 años, un británico de 20 y un español de 27 también resultaron empitonados durante el encierro, aunque los tres evolucionan favorablemente, dijo la organización, que añadió que una cuarta persona sufrió «un puntazo» de un toro.

Otros nueve corredores sufrieron diversas heridas en caí­das, entre ellos un estadounidense de 61 años, hospitalizado en «estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos» con un «traumatismo severo en el tórax».

Otro estadounidense, de 63 años, sufrió también una «luxación en el codo derecho debido a una caí­da» durante un encierro largo, en el que el peligro principal lo llevó el toro castaño Capuchino que se quedó aislado, retrasado de la manada y desorientado, revolviéndose y embistiendo a un lado y otro.

En el tramo conocido como «de Telefónica», Capuchino, de la ganaderí­a de Jandilla, ha embestido a un grupo de mozos que se encontraban pegados al vallado, entre los que estaba Jimeno.

Tras coger a un mozo en la pierna, el toro alcanzó a Daniel cuando estaba en el suelo intentando protegerse debajo del vallado, momento en que recibió una cornada en el cuello que le penetró por la clávicula hacia abajo, desgarrando la aorta, la cava y alcanzando el pulmón.

A pesar de que efectivos sanitarios estaban justo en el lugar y lo atendieron rápidamente, nada pudieron hacer por salvarle la vida.

«Las heridas eran mortales de necesidad por lo que no hemos podido hacer nada por su vida», informó posteriormente en conferencia de prensa la cirujana Esther Vila, del hospital de Navarra, donde falleció el mozo, poco después de ingresar ya en estado crí­tico.

Jimeno es la décimoquinta persona que fallece en los encierros de San Fermí­n desde 1911 y la primera que muere por asta de toro desde 1995, cuando murió corneado en la zona del estómago el estadounidense Matthew Peter Tasio, de 22 años.

No obstante, en septiembre de 2003, el mozo español Fermí­n Etxeberrí­a murió tras pasar dos meses y medio en coma después de sufrir un grave traumatismo craneoencéfalico después de una caí­da durante un encierro.

Los encierros tienen lugar todos las mañanas a las 08H00 locales (06H00 GMT) sobre un recorrido de 825 metros que los mozos, ataviados con el tí­pico pañuelo rojo al cuello y el periódico en una mano, intentan cubrir corriendo lo más cerca posible de las reses desde los corrales hasta la plaza de toros, con el riesgo de caerse o sufrir una cornada.

Las fiestas de San Fermí­n de Pamplona, que comenzaron el pasado lunes y seguirán hasta el próximo martes, atraen cada año a centenares de jóvenes extranjeros en particular anglosajones, atraidos por los encierros y las noches de fiesta.