La reunión, promovida por la jefa de la diplomacia estadounidense Hillary Clinton, está prevista en la residencia privada del presidente costarricense Oscar Arias, que ejerce de mediador.
Micheletti llegó a San José hacia las 10H00 (16H00 GMT) usando una ruta alternativa después de que las autoridades nicaragí¼enses, fieles a Zelaya, le prohibieran surcar su espacio aéreo para llegar a San José.
Si bien es un logro que ambos rivales se sienten en torno a la misma mesa después de semana y media de una crisis sin precedentes en la joven democracia hondureña, tanto Zelaya como Micheletti no parecen dispuestos a transigir sobre el único punto en juego: la presidencia de Honduras.
«Estoy seguro de que Oscar Arias llegará a una solución», dijo Micheletti al llegar al aeropuerto internacional de la capital costarricense, tras insistir en que él es el «presidente constitucional» de Honduras.
«Yo tengo fe que puede haber solución» a la crisis, agregó.
Zelaya, quien rechazó dormir en un hotel de la capital porque la suite presidencial no estaba libre, también exigió «su restitución inmediata» en la presidencia hondureña, reclamo avalado por la comunidad internacional.
«Espero que en las próximas 24 horas tengamos una respuesta muy clara de la contraparte golpista (…) para ver cómo están planificando su salida» del gobierno hondureño, explicó Zelaya a su llegada a San José.
El presidente constitucional fue expulsado del poder y del país por los militares el 28 de junio pasado.
Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se mostró optimista hoy en alcanzar un compromiso entre ambas partes.
«Yo creo que hay un amplio margen para un compromiso», dijo Insulza a la prensa, aunque enfatizó que «la piedra de tope es que el gobierno de facto acepte el retorno del presidente constitucional» Zelaya.
«Todo lo demás no va a encontrar obstáculos, todo lo demás es negociable y conversable», como por ejemplo un adelanto de las elecciones, pero todo pasa por la reposición de Zelaya, insistió Insulza.
Arias, un experto mediador como demostró en la década de los 80 al contribuir a la pacificación de Centroamérica, ha dicho que espera lograr un acuerdo satisfactorio en las negociaciones, que se prolongarán en principio hasta el viernes.
«Lo que quiero es ayudar a resolver este problema porque el pueblo hondureño no se merece que haya más sangre derramada y no quiero ver morir a más gente inocente en las calles de Tegucigalpa», dijo Arias, en referencia a los dos muertos en las manifestaciones del domingo en Tegucigalpa, poco antes de que el ejército abortara un intento de regreso de Zelaya al país.
Dado el endurecimiento de los dos protagonistas del conflicto, Arias necesitará grandes dosis de equilibrista y diplomacia para encontrar una salida a esta crisis, que podría pasar por adelantar las elecciones hondureñas, fijadas para el 29 de noviembre.
Desde Estados Unidos hasta Europa, pasando por América Latina y Naciones Unidas, la comunidad ha cerrado filas en torno a Zelaya, en particular sus socios de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), con el presidente venezolano Hugo Chávez a la cabeza, quien ha advertido que hará todo lo que esté a su alcance para «derrocar a los golpistas».
La Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió el pasado sábado a Honduras por violar la carta democrática, y los donantes, con Estados Unidos a la cabeza, han empezado a cortar el grifo de las ayudas al país.
Eso y un eventual embargo comercial podría hacer a las nuevas autoridades, y en particular a los empresarios que las apoyan, claudicar.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó que existe un «amplio margen para un compromiso» en el encuentro que sostienen hoy en Costa Rica el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y el derrocado Manuel Zelaya.
«Yo creo que hay un amplio margen para un compromiso», dijo Insulza ante periodistas, aunque enfatizó: «La piedra de tope es que el gobierno de facto acepte el retorno del presidente constitucional» Zelaya.
«Todo lo demás no va a encontrar obstáculos, todo lo demás es negociable y conversable», como por ejemplo un adelanto de las elecciones, pero todo pasa por la reposición de Zelaya, dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Insulza se mostró confiado en el papel del presidente costarricense Oscar Arias, bajo cuya mediación se realizar la reunión entre Zelaya y Micheletti.
Micheletti llegó a Costa Rica en lo que es su primer viaje al extranjero desde que asumió el poder tras el golpe de Estado del 28 de junio, durante el cual Zelaya fue expulsado del país por los militares.