Molécula descubierta aumenta longevidad de ratones


Una molécula encontrada en la tierra de la Isla de Pascua (Chile) prolonga asombrosamente la vida de los ratones, permitiendo que algunos de ellos vivan más de 100 años del equivalente de la vida de los seres humanos, anunciaron cientí­ficos ayer.


Esta extraordinaria molécula -un producto derivado de una bacteria descubierta en una muestra tomada en este remoto archipiélago del Océano Pací­fico en los años 1970, se llama rapamicina, en honor al nombre polinesio de estas Islas: Rapa Nui.

La rapamicina surgió inicialmente como un excelente producto para luchar contra los hongos.

Luego fue utilizada para prevenir el rechazo de órganos trasplantados a pacientes, y más tarde fue incorporada en implantes utilizados para mantener abiertas las arterias de pacientes con problemas coronarios. Actualmente se utiliza también en ensayos clí­nicos para el tratamiento contra el cáncer.

El último descubrimiento en esta extraordinaria odisea es la posibilidad de que la rapamicina –o algo similar– pueda ser utilizada algún dí­a para aumentar considerablemente la expectativa de vida de los seres humanos.

«Llevo 35 años trabajando en la investigación sobre el envejecimiento, y durante ese tiempo hubo muchas intervenciones contra el envejecimiento que nunca tuvieron éxito», dijo Arlan Richardson, el director del Instituto Barshop, uno de los tres centros que llevaron a cabo los experimentos.

«Nunca pensé que podrí­amos encontrar una pí­ldora contra el envejecimiento humano durante mi vida. Sin embargo, la rapamicina tiene un gran potencial para llevarlo a cabo», agregó.

Los investigadores, intrigados por descubrimientos que sugerí­an que la rapamicina inhibe una enzima vinculada al envejecimiento en los invertebrados, decidieron añadir la droga en la dieta de ratones más viejos.

En esa época, los roedores tení­an 20 meses, que en términos humanos equivale a unos 60 años.

Las ratonas que comieron alimentos con rapamicina viví­an 13% más que el promedio, en comparación con las que no recibí­an rapamicina. Los machos que absorbí­an esta droga viví­an 9% más.

El cambio era más asombroso entre el 10% de los ratones que viví­an más tiempo. En este grupo, las hembras que consumí­an rapamicina viví­an 38% más y los machos 28% más que los que no la ingirieron.

La rapamicina puede retardar los procesos de envejecimiento o la aparición del cáncer, pero no tiene ninguna influencia en las causas mismas de la muerte, según este estudio.

Este proyecto, detallado en el semanario cientí­fico británico Nature, forma parte de un programa de ensayos realizado bajo la supervisión del Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos, dedicado a buscar drogas que ayuden a la gente a permanecer saludable y activa durante toda su vida.

Anteriormente se hicieron estudios sobre el impacto de la rapamicina en la longevidad de la levadura, los gusanos y las moscas. Este es el primer estudio que parece tener influencia sobre los mamí­feros.

Los cientí­ficos ya descubrieron que manteniendo a los ratones delgados restringiendo su dieta podí­an hacer que vivieran más tiempo. La teorí­a relativa a la rapamicina es que funciona con los mismos mecanismos moleculares que la disminución de calorí­as.

Al principio, los investigadores norteamericanos tení­an la esperanza de comenzar a dar rapamicina a los ratones a partir de los cuatro meses.

«Muchos informes indican que la restricción de calorí­as no funciona cuando se aplica en animales viejos», dijo Richardson.

«El hecho de que la rapamicina aumentase la vida en ratones relativamente viejos fue totalmente inesperado», explicó.

En un comentario también publicado por Nature, Matt Kaeberlein y Brian Kennedy, dos bioquí­micos de la Universidad de Washington, advirtieron a las personas de mediana edad que no se apresurasen a tomar rapamicina, porque esta droga suprime el sistema inmunitario.