Los esposos más felices son aquellos que hacen de cada día una perpetua luna de miel.
César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com
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El alimento más nutritivo, y que nunca debe faltar en el hogar, es la ternura.
El amor conyugal proporciona seguridad cuando los días se oscurecen por las nubes de las penas.
Lo más noble en el matrimonio es sacrificarse para que el compañero de hogar sea totalmente feliz.
Cuando hay amor, las dificultades domésticas fortalecen la unidad de la pareja.
La felicidad matrimonial es un puerto al que sólo se llega en una barca llamada sinceridad.
El matrimonio es el lugar sagrado donde se aplican las lecciones de amor que Dios nos ha enseñado.