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FOTO LA HORA: Yoshikazu TSUNO

El primer modelo del reproductor portátil de casetera Sony, el «Walkman TPS-L2» y el segundo modelo el «WM-2″ es presentado en el museo de la empresa.» title=»FOTO LA HORA: Yoshikazu TSUNO

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<p>El Walkman de Sony, el reproductor portátil que revolucionó la forma en que se escucha música en todo el mundo, cumplió esta semana 30 años con el desafí­o de recuperar el trono perdido hace algún tiempo ante el í­cono de la era digital, el iPod de Apple.</p>
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El 1 de julio de 1979 la compañí­a nipona lanzaba al mercado el Walkman, un reproductor portátil de casetes que contribuirí­a a convertirla en una poderosa empresa de electrónica global. En dos meses, Sony habí­a vendido 30.000 Walkmans, cifra que escalarí­a a los 50 millones en diez años.

Pero tres décadas después, Sony compite con rivales de peso, como el grupo informático estadounidense Apple, inmensamente exitoso con su reproductor portátil de música digital iPod.

Mucho cambió desde que el ingeniero de Sony Nobutoshi Kihara hizo a mano los primeros diseños del Walkman.

«En mi época tení­amos que dibujar los productos en papel», dijo Kihara a la AFP en una entrevista en 2006 tras su jubilación.

«Cerraba los ojos y me imaginaba nuestros productos. Me imaginaba a personas trotando con un Walkman para ver cómo se moví­an las bisagras (del aparato) o cómo los productos encajarí­an en las vidas de los usuarios».

La idea de un aparato así­ surgió del cofundador de Sony, Masaru Ibuka, quien en sus viajes al extranjero solí­a escuchar música en reproductores de casetes demasiado pesados como para considerarse portátiles.

La reacción inicial hacia el Walkman no fue muy entusiasta. Muchos minoristas pensaban que un reproductor de casetes sin un mecanismo para grabar tení­a pocas chances de tener éxito.

Eso cambió, y las ventas totales de Walkman alcanzaron los 385 millones en todo el mundo, incluyendo nuevos modelos digitales.

Sony dijo que eligió el nombre «Walkman» en parte por la popularidad de Superman en ese momento y por el hecho de que estaba inspirado en una grabadora de audio que ya existí­a, llamada «Pressman.»

Inicialmente pensó en bautizar al nuevo aparato «Soundabout» en Estados Unidos y «Stowaway» en el Reino Unido, pero cambió de idea tras escuchar a niños en Europa que le pedí­an a sus padres un «Walkman».

El nombre pegó, y en 1986 fue incluido en el diccionario inglés de Oxford.

Para quienes crecieron con iPods, el aparato de Sony deja mucho que desear. La BBC le pidió a Scott Campbell, de 13 años, que cambiara por una semana su iPod por un Walkman.

Sus amigos, contó, «no podí­an imaginarse a sus padres usando esa caja monstruosa».

También le llevó tres dí­as darse cuenta «de que el casete tení­a otro lado».

«Me confundí­ un botón de metal del Walkman con un ecualizador, pero más tarde descubrí­ que en realidad era un interruptor para cambiar de casete», agregó.

Sony intentó en los últimos años relanzar el Walkman con nuevas versiones y formas, entre ellas un modelo que parece un caramelo de gelatina, con algo de éxito.

Pero la movida no significó una competencia seria para Apple, que vendió 100 millones de iPods en menos de seis años después de su lanzamiento en 2001, convirtiéndose en el reproductor de música vendido más rápidamente en la historia. Las ventas totales ya alcanzan los 200 millones.

Sony espera que su nueva serie de Walkmans de pantalla táctil reviva las ventas y ayude a convertirlo nuevamente en el Rey Midas de la electrónica, para muchos algo que perdió al no aprovechar las oportunidades de internet y la era digital.