Fernando Ramos

El cine en tres dimensiones ha estado presente desde hace varias décadas, pero no ha llegado a consolidarse, principalmente porque los presupuestos, tanto de producción, como de exhibición se elevan.

El problema no es sólo de los grandes estudios; también las salas de cine deben adecuarse para poder proyectar las cintas en 3D (tres dimensiones); pero quien recibe el impacto final es el espectador, pues el valor de la entrada se incrementa en poco menos de tres dólares, para el caso de Guatemala.

A pesar del aumento de los costos, estudios como Pixar, Fox, DreamWorks, entre otros, han decidido apostar por lanzar sus nuevos productos en tecnologí­a 3D. Pixar ya estrenó «UP». Fox ha estrenado la tercera entrega de su exitosa saga «La era del hielo».

«La era del hielo: el amanecer de los dinosaurios» («Ice Age: The dawn of the dinosaurs»), es el nombre completo de la pelí­cula; la trama es sencilla: Ellie y Manny tendrán un bebé, por lo que Diego y Sid se sienten desplazados y toman decisiones que los ponen en peligro, en especial al perezoso, y eso sirve de punto de partida para la nueva aventura.

El reparto incluye a los ya conocidos: Scrat, quien ahora se encuentra con Scratte; también Crash y Eddie, las hiperactivas zarigí¼eyas; a ellos se unen los dinosaurios, y Buck, una comadreja tuerta, cuya historia es de lo más destacado del filme.

A diferencia de las producciones de Pixar, el guión de «La era del hielo» no busca ser profundo, pero posee la inteligencia suficiente para decantarse hacia el lado del entretenimiento puro; en ese sentido, tratar de encontrar significados más allá de la diversión serí­a hilar muy fino. La pelí­cula cumple con el propósito para el que fue creada, a pesar que tiene algunos momentos aburridos o repetitivos, como la eterna lucha de Scrat por alcanzar la bellota, esta vez el intento de reinventar la secuencia no rinde frutos.

Independientemente de lo bien hecha que está la comedia, el mayor atractivo es verla en tres dimensiones. Es un hecho que la tecnologí­a digital le está dando nuevo impulso a este formato. Ahora las imágenes generadas por computadora adquieren mejor textura; la experiencia de ver cómo los personajes saltan de la pantalla es más perceptible; y la profundidad de los escenarios se hace evidente; todo el conjunto hace que la sensación sea bastante agradable.

El cine en 3D está lejos de llegar a sustituir a la imagen plana; claro que cuando se habla de tecnologí­a el salto puede ser abrupto; es decir, en cualquier momento. Por ahora es necesario que los dueños de las salas de proyección inviertan en la modificación de sus instalaciones (en Guatemala ya existen algunas salas preparadas para el efecto), y que el público responda masivamente y esté dispuesto a pagar la diferencia en precio.