El papa Benedicto XVI indicó que un análisis científico parcial de la tumba con las reliquias de San Pablo, jamás abierta en 19 siglos, reveló la presencia de fragmentos de huesos humanos que serían, según él, del apóstol.
Cuando rezaba, las vísperas, en la Basílica de San Pablo Extramuros, en Roma, para cerrar un año de manifestaciones consagradas a San Pablo, el Papa anunció que el sepulcro que se encuentra en la iglesia había sido «recientemente objeto de un atento análisis científico».
«Se ha practicado una minúscula perforación para introducir una sonda especial» que permitió sacar del sepulcro «minúsculos fragmentos de huesos, cuyo examen del carbono 14 ha mostrado que han pertenecido a una persona que vivió entre el siglo I y II», indicó el Pontífice.