Reanudan contactos


Paz. Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior de España. Desde ayer, las autoridades españolas y lí­deres de ETA se reunieron para los diálogos de paz.

El gobierno español y ETA reanudaron en estos últimos dí­as sus contactos en un momento crí­tico del proceso de paz, poniéndose de acuerdo, al parecer, en lo esencial: el mantenimiento del alto el fuego permanente que la organización separatista armada vasca cumple desde marzo.


Esta garantí­a, aún siendo temporal, da un respiro al gobierno, justo cuando expiraba una amenaza lanzada por ETA en su boletí­n interno, «Zutabe», de «romper» el alto el fuego permanente decretado el 22 de marzo pasado, si no habí­a avances al final del otoño (boreal).

«Se han reiniciado contactos entre los intermediarios del gobierno y los recadistas de ETA» hace unos dí­as, confirmaron hoy fuentes independentistas en el Paí­s Vasco (norte), sin precisar cómo ni dónde tuvieron lugar.

ETA no tiene intención de romper su alto el fuego en las «perspectivas inmediatas», pese al bloqueo constatado en el verano (boreal), añadieron las fuentes que pidieron el anonimato, confirmando en lo esencial las «filtraciones» publicadas ayer en la prensa vasca.

Las fuentes consideran que ETA podrí­a prolongar el plazo del que hablaba para una eventual suspensión del alto el fuego y que «las perspectivas de alteración o continuidad del proceso de paz se prolonguen hasta la culminación de las próximas elecciones» municipales de mayo de 2007 en el Paí­s Vasco y la vecina Navarra.

La organización armada vasca querrí­a así­ darse tiempo «hasta comprobar el desenlace del actual ’impasse’ que se observa tras el verano».

El rotativo vasco El Correo afirmó ayer que la «primera reunión oficial», tan esperada, entre emisarios del gobierno socialista español y de ETA habí­a tenido lugar el 14 de diciembre en un paí­s europeo.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, incómodo, no quiso desmentir ni confirmar esa información durante una rueda de prensa, pero dejó entrever algunas pistas al subrayar que el proceso estaba en una «fase preliminar» y que cualquier avance «relevante» se comunicarí­a a su debido tiempo de forma prioritaria a los grupos parlamentarios.

El diario pro-gubernamental El Paí­s hizo una traducción de sus palabras hoy: «la reunión» de estos últimos dí­as «no implica el inicio del diálogo oficial» anunciado a finales de junio por el jefe del gobierno español, José Luis Rodrí­guez Zapatero.

Los participantes en la reunión «constataron la continuidad del alto el fuego permanente de la banda y del proceso de fin dialogado de la violencia, pero no lograron avances para el comienzo de las conversaciones» sobre el desarme de ETA y el destino de los presos, afirmó El Paí­s.

En resumen, la reunión de estos últimos dí­as sirvió sobre todo para reanudar los contactos establecidos antes del alto el fuego por los intermediarios de ambas partes y para retomar el pulso de las intenciones a corto plazo de ETA.

El resultado es, más bien, positivo, teniendo en cuenta las crecientes dudas expresadas recientemente sobre la voluntad real de la organización armada de renunciar a la violencia, en especial tras el espectacular robo de 350 pistolas y revólveres en octubre en Francia.

Pero en el fondo, los puntos de bloqueo siguen siendo los mismos: Madrid considera que no es posible avanzar mientras persista la violencia callejera de los jóvenes radicales vascos.

Los independentistas acusan a Madrid de no respetar los «compromisos» que habrí­an adoptado antes del alto el fuego: fin del acoso de la justicia española y legalización de Batasuna, brazo polí­tico de ETA.

En este contexto las fuentes independentistas contactadas estiman que la violencia urbana en el Paí­s Vasco va a continuar y añaden que no son descartables acciones «selectivas y simbólicas» de ETA para demostrar que la organización armada «sigue contando con capacidad operativa».