El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo hoy que los esfuerzos en Irak no «tienen éxito con la rapidez» que el desea, un día después de reconocer por primera vez que su país no está ganando la guerra.
«Creo que vamos a ganar», dijo el presidente en su conferencia de prensa de fin de año en la Casa Blanca. «Mis comentarios de ayer reflejaron el hecho de que no tenemos éxito con la rapidez que yo deseo», agregó.
En entrevista con The Washington Post publicada hoy, Bush dijo por primera vez que Estados Unidos no está ganando la guerra en Irak.
«Encuentro interesante la forma en que lo dice el general Pace: ’no estamos ganando, no estamos perdiendo’», dijo Bush. El general Peter Pace es el jefe del estado mayor conjunto de Estados Unidos.
Las declaraciones de Bush fueron distintas durante la reciente campaña electoral para las elecciones legislativas de noviembre: «definitivamente, estamos ganando» en Irak.
Indecisión
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró hoy que todavía no decidió si va a aumentar la cantidad de militares estadounidenses en Irak
«No he tomado una decisión aún sobre el envío de más tropas. Estoy escuchando a nuestros comandantes, el estado mayor conjunto y a la gente dentro y fuera del gobierno», dijo el presidente en su conferencia de prensa de fin de año en la Casa Blanca.
«No voy a especular en público sobre lo que le diré a la nación cuando esté preparado a hablar sobre el camino a seguir», agregó Bush.
«Estamos analizando todas las opciones. Una de esas opciones es aumentar las tropas. Pero para poder hacer eso, tiene que que existir una misión específica que pueda ser cumplida con tropas adicionales», dijo.
La Casa Blanca negó ayer que exista una discusión entre Bush y sus comandantes sobre el envío de soldados adicionales a Irak.
Bush dijo hoy que la noción de que tenga que desautorizar a los comandantes en este tema «es una pregunta hipotética peligrosa».
«La opinión de mis comandantes es muy importante. Son gente brillante, capaz e inteligente, cuya opinión me importa muchísimo», manifestó.
Visita sorpresa
El nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, que se ha fijado Irak como la «prioridad» de su mandato, llegó hoy a Bagdad.
La capital iraquí volvió a ser el escenario de la violencia con al menos 23 personas muertas y más de 30 heridas en dos atentados con coche bomba y varios ataques.
«La idea es salir, escuchar a los oficiales en el terreno, hablar con los iraquíes, y ver lo que puedo aprender», declaró a la prensa Gates, quien llegó a mediodía a la capital iraquí.
Gates, de 63 años, reemplazó oficialmente el lunes a Donald Rumsfeld en la jefatura del Pentágono.
El objetivo del viaje del ex director de la CIA a Irak es analizar la situación y presentarla al presidente norteamericano, George W. Bush, que prometió una nueva estrategia a principios de año para el país del Golfo.
La Casa Blanca planea enviar más tropas a Irak para poner freno al nivel de violencia que sufre el país.
Según un informe trimestral del Pentágono publicado ayer, la situación continuó empeorando en Irak entre mediados de agosto y mediados de noviembre con un incremento de 22% en el número de ataques con respecto a los tres meses precedentes.
El número dos de Al Qaida, Ayman Al Zawahiri, predijo en un mensaje de vídeo difundido hoy por la televisión Al Yazira que Estados Unidos terminará negociando con «las verdaderas fuerzas» para retirarse de Irak y Afganistán, en referencia a los grupos extremistas islamistas.
«Parece que ustedes van a comprometerse en una etapa dolorosa de negociaciones destinadas al fracaso para luego verse obligados a negociar con las verdaderas fuerzas» en Irak y en Afganistán, declaró el brazo derecho de Osama Bin Laden en una alusión a los grupos radicales que combaten contra las fuerzas estadounidenses en esos dos países.
Estas fuerzas de la rebelión están dominadas en Irak por el brazo local de Al Qaida y en Afganistán por los talibanes, aliados de la red terrorista.
Hoy en la madrugada, un kamikaze a bordo de un coche bomba detonó la carga que llevaba junto a un control de policía en el barrio de Jadriya, cerca de la universidad de Bagdad (sur de la ciudad). Once personas murieron y más de 30 fueron heridas.
Tres policías fallecieron en el ataque, en el que la mayoría de víctimas son estudiantes que acudían a la universidad de Bagdad, que se ha convertido en uno de los blancos de los extremistas sunitas.
«En medio del pánico que siguió al atentado, la gente escapaba pisando los cuerpos», relató un joven.
Poco después, al menos cuatro personas murieron y siete fueron heridas en la explosión de un coche bomba cerca de un edificio administrativo al norte de Bagdad, al-Kasra.
Otras ocho personas murieron en otros ataques, según fuentes concordantes.
Numerosas explosiones se escucharon en la capital hoy en la madrugada, aunque por el momento los servicios de seguridad no determinaron el origen.
En la zona chiita del sur del país, donde la violencia es menos frecuente que en la capital, las tropas estadounidenses anunciaron como un «hecho histórico» la transferencia de la seguridad de la ciudad santa de Nayaf a las fuerzas iraquíes.
«Es un acontecimiento histórico», afirmó el general norteamericano Vincent Brooks. Las fuerzas estadounidenses seguirán sin embargo apoyando a los iraquíes si surge un problema.
Además de Gates, el primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, fiel aliado de Estados Unidos, visitó Bagdad, donde se reunió con su homólogo iraquí, Nuri al-Maliki.