El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se manifestó hoy a favor de un aumento del salario mínimo, pero sin perjudicar a las pequeñas empresas, según afirmó en una conferencia de prensa.
Bush tendió así la mano a los demócratas que tomarán las riendas del Congreso en enero.
«Podemos cooperar en lo que respecta al salario mínimo. Sostengo una propuesta de aumentar el salario mínimo a 2,10 dólares (por hora) por un período de dos años», afirmó en una conferencia de prensa.
«Deberíamos proceder de forma de no perjudicar a los millones de pequeñas empresas que generan la mayor parte de los empleos de nuestro país. Por esa razón, pienso asociar (el aumento) a las exenciones fiscales y reglamentarias para que las pequeñas empresas se mantengan competitivas y sostener así nuestra economía», declaró.