Apenas seis meses después de haber firmado contrato, Ruud Gullit fue despedido ayer como técnico del Terek Grozny de la liga rusa, luego que el equipo checheno arrancó a los tumbos en el campeonato nacional con tres victorias en 13 fechas.
El presidente del club, el gobernante checheno Ramzan Kadyrov, le había dado un ultimátum a Gullit: o ganaba el partido del martes como visitante ante Amkar Perm o era despedido. Kadyrov también fustigó al holandés por su vida nocturna.
MOSCU / Agencia AP
Amkar ganó 1-0 con un autogol en el último minuto, con lo que el Terek languidece en el 14to puesto entre 16 equipos en la liga Premier de Rusia, apenas por encima de la zona de descenso.
«Sabía del ultimátum», dijo Gullit, citado por el diario deportivo ruso Sport-Express. «Claro que esto no ayudó anímicamente al equipo. Antes del partido me despedí de los jugadores y les di las gracias».
Un comunicado del Terek, difundido en su cibersitio, confirmó que Gullit fue despedido por los «malos resultados».
El ex astro holandés comenzó a trabajar con el club en enero tras firmar un jugoso contrato de 18 meses. Sus nuevos jefes le pusieron como obligación clasificar al Terek a las copas europeas.
En un amplio artículo que se publicó en la página de internet del club, el Terek fustigó a Gullit diciendo que se distraía por pasar mucho tiempo en «bares y discotecas».