Con enormes títulos de «decepción», la prensa catalana resumía hoy el sentimiento de la afición y no dudaba en hablar de «fracaso» tras la derrota del FC Barcelona por 1-0 ante el Internacional de Porto Alegre, en la final del Mundial de clubes de Japón.
Ayer en Yokohama, el conjunto brasileño «sólo necesitó dos tiros a puerta para marcar un gol, el de Adriano, que sumergió al Barí§a en una profunda depresión. Dos tiros, un gol y la Copa volando ya hacia Porto Alegre, pero no a casa de Ronaldinho», escribió El Periódico.
Después de la lluvia de elogios que provocó la modernidad de su fútbol con una exquisita goleada al América de México (4-0) en la semifinal, «el campeón de Europa no tiene respuestas para su fracaso», lamentó el diario, calificando el resultado de «fracaso absoluto, se mire por donde se mire».
En La Vanguardia, al ex entrenador holandés del Barí§a Johan Cruyff no le sorprende que el Internacional de Porto Alegre ganara. «Para mí, la sorpresa sería que lo hubiese ganado el Barí§a», afirmó, argumentando que esa competición «está hecha para que la ganen los sudamericanos».
«Vértelas con argentinos o brasileños siempre es muy difícil y más si les dan ciertas ventajas. Contra ellos sabes que te espera una batalla. Y muy dura», alegó Cruyff.
El FC Barcelona «volvió a tropezar con la misma piedra», tituló el diario deportivo Sport. «No pudo ser. El Barí§a tendrá que seguir esperando, esperemos que no muchos años, para demostrar que es el mejor del mundo. Esta vez, por supuesto, no lo han demostrado», añadió.
Según Sport, Frank Rijkaard no debería haber puesto el mismo once inicial que contra el América porque si el mexicano «demostró ser un conjunto ’blando’, el Inter fue todo lo contrario, un equipo muy fuerte físicamente y que buscaba su oportunidad a la contra gracias a jugadores talentosos como su capitán Fernandao o su joven promesa Alexandre Pato».
Para el Mundo Deportivo, el Barí§a «fracasó en su intento de pasar a la historia». «Los azulgrana no supieron trasladar al marcador su teórica superioridad sobre un rival que llegó a Yokohama sin internacionales ni cuatro de las piezas clave con las que conquistó la Libertadores», afirmó.