El convaleciente presidente cubano Fidel Castro sostuvo esta semana dos conversaciones telefónicas con su amigo y aliado venezolano Hugo Chávez y otra con una reunión de gobernadores provinciales locales, una respuesta indirecta a versiones sobre la gravedad de su salud.
«El Jefe de la Revolución fue informado de los pormenores de la reunión, lo cual motivó la alegría y el aplauso cerrado de los participantes», dijo hoy el diario oficial Granma sin precisar la fecha de la llamada, presumiblemente ayer.
La reunión de presidentes de las Asambleas Provinciales del Poder Popular (gobernadores) es previa a la segunda y última sesión anual del Parlamento, prevista para el próximo viernes, y discutió entre otros los programas educativos y de salud, denominados «Batalla de Ideas», así como el programa de construcción de viviendas.
La noticia, sin fotos, parece salir al paso a una serie de rumores que desde fuera de Cuba han vaticinado esta semana un agravamiento de la salud de Castro, incluso la posibilidad de una muerte cercana.
El director Nacional de Inteligencia estadounidense, John Negroponte, dijo el viernes al diario The Washington Post que Castro está muy enfermo y cerca de la muerte.
«Todo lo que vemos indica que no falta mucho: meses en lugar de años», dijo Negroponte al Post.
A principios de semana, el diario The Independent de Londres afirmó que Castro «lucha contra un cáncer terminal y podría morir antes de Navidad», porque se rehúsa a someterse a un tratamiento de quimioterapia.
Los rumores tomaron fuerza a partir de su ausencia de los festejos por su cumpleaños 80, desarrollados a fines de noviembre por la ecuatoriana Fundación Guayasamín, y un desfile militar el 2 de diciembre en la Plaza de la Revolución, fecha propuesta por Castro para la celebración.
El líder cubano sufrió el 27 de julio una crisis hemorrágica intestinal que lo condujo a la complicada cirugía y a una prolongada recuperación, «no exenta de riesgos», según ha dicho él mismo.
El 31 del mismo mes, en una proclama a la nación, delegó sus poderes en forma provisional a su hermano y sustituto constitucional, Raúl Castro, quien desde entonces dirige el país, el Partido Comunista y es Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
Tras un video de unos cinco minutos, el 28 de octubre pasado, no volvieron a aparecer en los medios nuevas imágenes de Castro, favoreciendo así la inquietud entre los cubanos y los rumores y especulaciones sobre su salud, declarada por propia mano «secreto de Estado».
Pero el viernes fue su amigo y aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez, quien salió al paso a las versiones trágicas, informando públicamente en Venezuela que el jueves sostuvo dos conversaciones telefónicas con Castro.
«Les voy a decir algo, les traigo un saludo fresquecito de Fidel, ayer en la tarde tuve la dicha de conversar con Fidel por teléfono en dos ocasiones en la tarde y en la noche, yo le devolví la llamada para unas consultas», dijo Chávez.
Según el venezolano, la conversación giró entorno al programa de integración de los dos países y Bolivia, la Alternativa Boliviariana para las Américas (ALBA), iniciativa de Chávez para contraponer a la estadounidense Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
«Por ahí ví en prensa hoy de que han comenzado a circular versiones de que Fidel se está muriendo (…); ayer lo sentí muy bien, y bueno algún día todos moriremos físicamente, pero lo que sí es cierto (…) no tiene cáncer Fidel, estoy bien enterado» aseguró Chávez.
Tras saber ahora que el «Comandante» está activo, trabajando al teléfono, los cubanos se preguntan si también estará ausente de la sesión del Parlamento del viernes, una cita a la que sólo ha faltado una vez desde 1976.
El diciembre de 2002 no asistió a la segunda sesión ordinaria anual, afectado por una linfangitis, provocada por una picada de insecto, según dijo en un mensaje.