Selección poética


LINGíœISTAS

Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingí¼í­stica y Afines, la hermosa taquí­grafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingí¼istas, filólogos, semiólogos, crí­ticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática.

De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:

¡Qué sintagma!

¡Qué polisemia!

¡Qué significante!

¡Qué diacroní­a!

¡Qué exemplar ceterorum!

¡Qué Zungenspitze!

¡Qué morfema!

La hermosa taquí­grafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas.

Sólo se la vio sonreí­r, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oí­do: «»Cosita linda».


HAGAMOS UN TRATO

Compañera

usted sabe

puede contar

conmigo

no hasta dos

o hasta diez

sino contar

conmigo

si alguna vez

advierte

que la miro a los ojos

y una veta de amor

reconoce en los mí­os

no alerte sus fusiles

ni piense qué delirio

a pesar de la veta

o tal vez porque existe

usted puede contar

conmigo

si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo

no piense qué flojera

igual puede contar

conmigo

pero hagamos un trato

yo quisiera contar

con usted

es tan lindo

saber que usted existe

uno se siente vivo

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos

aunque sea hasta cinco

no ya para que acuda

presurosa en mi auxilio

sino para saber

a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo.

TE QUIERO

Tus manos son mi caricia,

mis acordes cotidianos;

te quiero porque tus manos

trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos

mi amor, mi cómplice, y todo.

Y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro

contra la mala jornada;

te quiero por tu mirada

que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mí­a,

Tu boca no se equivoca;

te quiero por que tu boca

sabe gritar rebeldí­a.

Si te quiero es porque sos

mi amor mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.

Y tu paso vagabundo.

Y tu llanto por el mundo.

Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,

ni cándida moraleja,

y porque somos pareja

que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraí­so;

es decir, que en mi paí­s

la gente vive feliz

aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos

mi amor, mi cómplice y todo.

Y en la calle codo a codo

somos mucho más que dos.

HOMBRE QUE MIRA MíS ALLí DE SUS NARICES

Hoy me despierto tosco y solitario

no tengo a nadie para dar mis quejas

nadie a quien echar mis culpas de quietud

sé que hoy me van a cerrar todas las puertas

y que no llegará cierta carta que espero

que habrá malas noticias en los diarios

que la que quiero no pensará en mí­

y lo que es mucho peor

que pensarán en mi los coroneles

que el mundo será un oscuro

paquete de angustias

que muchos otros aquí­ o en cualquier parte

se sentirán también toscos y solos

que el cielo se derrumbará

como un techo podrido

y hasta mi sombra

se burlará de mis confianzas

menos mal

que me conozco

menos mal que mañana

o a más tardar pasado

sé que despertaré alegre y solidario

con mi culpita bien lavada y planchada

y no solo se me abrirán las puertas

sino tambien las ventanas y las vidas

y la carta que espero llegará

y la leeré seis o siete veces

y las malas noticias de los diarios

no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas

y la que quiero

pensará en mi hasta conmoverse

y lo que es muchí­simo mejor

los coroneles me echarán al olvido

y no solo yo muchos otros tambien

se sentirán solidarios y alegres

y a nadie le importará

que el cielo se derrumbe

y más de uno dirá que ya era hora

y mi sombra empezará a mirarme con respeto

será buena

tan buena la jornada

que desde ya

mi soledad se espanta.