El almiqui (Solenodon paradoxus) habita en Haití y en la República Dominicana y es, junto con el solenodon de Cuba, el único mamífero capaz de inyectar veneno en sus presas como si se tratara de una serpiente. Tan especial resulta, que ha sido incluido en el proyecto EDGE. Mide unos 30 centímetros, sin contar la cola, y se trata de un insectívoro cuyos ancestros se separaron de los demás mamíferos hace nada menos que 76 millones de años. Antes de la colonización española era el único predador de la isla de Santo Domingo, así que no ha desarrollado defensas contra los perros y los gatos introducidos por los colonos.