La sepultura, descubierta en el santuario peruano, en la región sur andina de Cuzco, pertenecía a un joven de entre 16 y 18 años de edad, acompañado de un valioso ajuar.
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Según informó el Instituto Nacional de Cultura (INC), el hallazgo se realizó en el sitio arqueológico de Torontoy, que forma parte del santuario que también reúne a la famosa ciudadela de Machu Picchu. Los restos fueron encontrados 40 centímetros debajo de la superficie y el interior de la tumba muestra un relleno de piedras que forman un sistema de drenaje, así como una hilera de rocas que bordean la boca de la misma.
Junto a los restos humanos se encontró un completo ajuar que incluye una olla doméstica, un vaso rojo y con diseño en franjas negras, otra olla decorada con una serpiente, un plato fragmentado y una aguja de cobre.
El director regional del INC de Arequipa, Franz Grupp, afirmó que la calidad de los objetos encontrados en las tumbas confirma que las personas enterradas en ellas, entre los años 1.200 y 1.500 de nuestra era, pertenecían a la nobleza. Grupp explicó que menos de diez de las tumbas halladas «están completas».
«Las otras, a lo largo de estos cinco siglos, han sido removidas y saqueadas», aseguró el representante del INC, quien explicó que la zona fue utilizada durante la época colonial como tierra de cultivo y luego como parque. Según Grupp, la mezcla de culturas presentes en las cerámicas encontradas en las tumbas del cementerio descubierto demuestra «el hermanamiento cultural desde hace tiempo» y «la acogida que brindaban los primeros arequipeños a gente foránea».
El jefe regional del INC anunció que en la zona se construirá un museo cuyo presupuesto, diseño y calendario de realización se definirá en los próximos días. «La idea es que la gente pueda visitar por un sistema de caminos toda la zona de excavación, de unos 200 metros cuadrados, mientras que los objetos rescatados van a estar en una construcción donde habrá información gráfica y escrita del significado de esas tumbas», aseguró.