El sacerdote Athanase Seromba, el primer religioso católico juzgado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), fue condenado hoy a 15 años de cárcel por su participación en el genocidio de 1994 en ese país, comprobó un periodista.
«El tribunal, después de haberle declarado culpable de genocidio y de exterminación, le condena a la pena única de 15 años de cárcel», declaró la presidenta de la corte, la senegalesa Andrefia Vaz.
El religioso, de 43 años de edad, que había sido acusado de genocidio y de un crimen contra la humanidad (exterminación), se declaró inocente.