TRANSFORMACIí“N


Cuando a Paolo Viviani aún le quedaban dos kilómetros para llegar a la meta del célebre maratón de New York, EE.UU., el ganador de esta competencia ya tení­a muchas horas de estar descansando en casa.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Sin embargo, eso no le impedí­a continuar corriendo con todo el poder de su voluntad, y las energí­as de sus piernas; muchas veces estuvo tentado a abandonar la prueba, pero pudo más su perseverancia.

Paolo pesada 360 libras, y el único ejercicio que hací­a era abrir la refrigeradora de su casa, y comerse todo lo que habí­a adentro; pero un dí­a decidió bajar el peso, y mejorar su salud.

Después se propuso terminar esta famosa carrera y lo hizo; llegó en último lugar y nadie le aplaudió, pero él se sentí­a muy feliz porque habí­a logrado derrotar a su más grande contrincante: él mismo.

SI QUIERES VENCER A LOS DEMíS, Ví‰NCETE ANTES A TI MISMO.