«Esta realidad de las pandillas nos han llevado a la imperiosa necesidad de coordinar nuestros esfuerzos, y es ese trabajo conjunto lo que nos ha permitido llevar a cabo acciones regionales de desarticulación de redes de pandilleros dedicados a actividades como el tráfico ilegal de armas o drogas», aseguró a la prensa el director de la policía salvadoreña, comisionado José Luis Tobar.
A la reunión que se efectúa en un hotel de playa en el departamento de Sonsonate (99 km al oeste de San Salvador) también acuden delegados de Canadá, Colombia, Argentina, Puerto Rico, Italia y España que en calidad de observadores pretenden conocer cómo operan estos grupos, pues en algunos de esos países se han detectado células de pandilleros.
«Las pandillas han dejado de ser un problema exclusivo de Centroamérica y México. Ahora en Estados Unidos operan con fuerza pero se trabaja en el diseño de medidas para contrarrestar su avance pues se ha detectado presencia de esos grupos delincuenciales en España o Bolivia», dijo a la AFP una fuente de la embajada de Estados Unidos que participa en la reunión.
Tobar recordó que a nivel operativo la puesta en marcha del Centro Antipandillas Transnacional (CAT) ha facilitado a las autoridades de seguridad pública de Centroamérica, México y Estados Unidos un «fluido» intercambio de información de inteligencia sobre las pandillas con fichas de líderes de pandillas, lugares de operación de esos grupos, entre otros datos.
Informes de las autoridades indican que las pandillas ya no solo están dedicadas a cometer «delitos de barrio» sino que han evolucionado a aspectos más complejos como el narcotráfico. «De ahí la necesidad de frenar su avance», recordó el director de la policía salvadoreña.
En México y Centroamérica, principalmente en Guatemala, El Salvador y Honduras, operan en total entre 90.000 y 100.000 pandilleros, la mayoría jóvenes marginados, muchos de ellos deportados desde Estados Unidos, según estimaciones oficiales.
Pero los países no solo pretenden ver el aspecto represivo contra las pandillas, también analizan medidas para la rehabilitación de los pandilleros, explicó el director del Consejo Nacional de Seguridad Pública de El Salvador, Oscar Bonilla.
«El tratamiento de las pandillas no sólo es policial, sino que debe haber un tratamiento desde la familia», indicó Bonilla.