Aunque las autoridades de seguridad afirman «no es un delito tener un vehículo blindado», en los últimos días se ha identificado que varios de éstos son utilizados para transportar a narcotraficantes que velan para que el cargamento de droga llegue «sin novedad».
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El acontecimiento suscitado el viernes recién pasado es prueba de ello, donde un grupo de narcotraficantes se enfrentó a tiros con las fuerzas de seguridad y dejó el saldo de cinco agentes de la División de Análisis e Información Antinarcótica (DAIA) muertos.
Según el relato de un investigador de la unidad, una llamada al 110 alertó a los efectivos policiales, quienes emprendieron la persecución días antes contra el camión C-772BGN, el cual se presume transportaba droga con destino a Puerto Barrios; el automotor iba custodiado por varios vehículos de gran blindaje.
Los elementos policíacos intentaron evitar se llevara a cabo la actividad ilegal, sin embargo, en el complejo de bodegas, ubicado en el kilómetro 30 de la ruta al Pacífico, se produjo la balacera; los sindicados se dieron a la fuga. La Policía encontró un gran arsenal, 14 vehículos, dos camiones y un microbús, «herramientas» que se presumen son utilizadas por esa estructura criminal.
De acuerdo con Rémber Larios, director adjunto de la Policía Nacional Civil (PNC), no es un delito tener un vehículo blindado, sino la utilización de forma ilegal. «No es delito tener un carro blindado, el problema es el uso que se le va a dar, en este caso sabemos que el narcotráfico los está utilizando especialmente para transportar no sólo a los dirigentes de su organización sino para trasladar droga; ellos ya incurren en delito y nosotros tenemos que actuar y detenerlos, no importa cuáles sean las consecuencias», afirma el jefe policial.
El funcionario refiere que cuentan con información sobre vehículos «sospechosos» que circulan en la Franja Transversal del Norte, en las fronteras de Ixcán, Petén, Jutiapa, Zacapa, Chiquimula, Puerto Barrios y la Costa Sur.
Es por ello que en esos lugares se han intensificado los operativos y se colocan varios retenes para resguardar el área y aprehender aquellas personas que estén involucradas con ilícitos.
Una fuente de la DAIA señala que los automotores de gran blindaje transportan a los narcotraficantes o a los «allegados» de estos, para seguir y vigilar que el cargamento que va en un camión u otro particular llegue a su destino y sin «ninguna novedad».
«Ellos no se exponen, viajan en carros de gran blindaje, rara vez les sucede algo, porque sus vehículos son sofisticados», manifiesta el investigador.
Las autoridades de seguridad reiteran la necesidad de que lo incautado al narcotráfico se les entregue para enfrentar dicho flagelo, ya que el crimen organizado está mejor equipado que la Policía.
«Debería existir una ley que estos equipos en lugar que se vayan a las bodegas del Organismo Judicial para que se pudran, se nos entregue a nosotros para hacer frente al crimen organizado y al narcotráfico; nos ayudaría mucho», concluye Larios.
Rí‰MBER LARIOS
Director adjunto de la PNC