El reportero colombiano Hollmann Morris, protagonista de un excelente documental suizo de su compatriota Juan José Lozano, es el «testigo indeseable» que da título a la película que se estrena en Francia.
Un título que también refleja su peligrosa misión, en un país sumido en un conflicto que se prolonga desde hace décadas, con guerrilleros, paramilitares, fuerzas de seguridad y bandas de narcotraficantes como protagonistas principales.
En medio de un viaje casi permanente por festivales, con etapas en Montreal, Washington, Nueva York y dos noches en Bogotá antes de seguir viaje a Europa, este reportero de 40 años conversa en París. Griposo y cansado, se toma su tiempo antes de cada respuesta.
La emoción aflora a los ojos en algún momento de la conversación. Cuando habla de su esposa y de sus hijos, que viven en Colombia.
-¿Cómo definiría la línea editorial de su programa televisivo «Contravía» y de su propio trabajo, que le ha valido tanto premios como amenazas?
– Denunciamos la violencia de extrema izquierda armada de las guerrillas, del paramilitarismo, de la extrema derecha armada, del narcotráfico y lamentablemente también excesos de la fuerza pública. Un panorama terrible donde las únicas víctimas son civiles, gente que piensa diferente, homosexuales, líderes sociales, años de futuro perdidos en esta guerra y gente como yo y como muchos que nunca han conocido un día de paz y no quieren dejar a sus hijos un país en guerra.
– ¿Cómo describiría la situación colombiana?
– Bajo la presidencia de ílvaro Uribe, Colombia ha ganado en seguridad, se le han propinado golpes fuertes a la guerrilla; el secuestro, que es una de las grandes tragedias, cometido en su gran mayoría por la guerrilla, ese crimen de lesa humanidad ha disminuido; ha disminuido la toma y ataque a poblaciones. En cambio, hemos retrocedido en democracia.
En esta guerra contra las FARC se han detenido a más de 2.000 personas de forma arbitraria dos o tres años en todo el país. Ese único y exclusivo énfasis en la guerra también ha corrompido a las Fuerzas Armadas. Más de mil civiles han sido ejecutados por las fuerzas públicas extrajudicialmente por ganarse una medalla, unas vacaciones, una recompensa. Colombia es el segundo drama humanitario más grande del mundo después de Sudán, un país que hoy busca cuántos son sus desaparecidos. Los más optimistas piensan que son 20.000 en los últimos 30/40 años.
– Pero las autoridades colombianas pueden decir que cosechan éxitos.
– El Gobierno, insisto, ha lanzado una estrategia de combate sistemático contra las FARC como nunca antes en Colombia y eso hay que reconocerlo. Pero no podemos desconocer que en Colombia ha existido otra fuerza armada, igual o peor de brutal, que han sido los grupos de extrema derecha llamados paramilitares. Más de 40 congresistas de la coalición de gobierno, de los que llevaron a Uribe al poder, están hoy detenidos por sus vínculos con el paramilitarismo, con estos ejércitos que masacraron comunidades, que asesinaron a líderes que se robaron las tierras de miles de campesinos sin defensas, y me parece que contra ellos no ha habido un esfuerzo decidido como lo ha habido con el combate frontal contra las FARC.
– ¿Cuál es su opinión hoy sobre el presidente ílvaro Uribe?
– Tenemos un presidente que a todo el que piensa diferente a él lo vuelve aliado del terrorismo, periodistas, defensores de los derechos humanos, magistrados de la corte, líderes de oposición.
– En 2005, propuso entrevistar a Uribe, pero la iniciativa no prosperó. ¿Sigue queriéndolo entrevistar?
– Ahora le haría sólo una pregunta: señor presidente, ¿usted cree que en el contexto colombiano el acusar y señalar sistemáticamente como terroristas a defensores de derechos humanos, líderes sociales, periodistas, no tiene ninguna consecuencia sobre nuestras vidas?
– El documental refleja con particular emoción el desgarro entre su vida profesional y su vida familiar, marcada también por el riesgo, las amenazas, la protección permanente.
– Asumo el periodismo como una misión. Hay ejemplos de colombianos y colombianas que están ahí y siempre han estado ahí denunciando, tratando de construir un país mucho mejor. Es lo que tenemos que pagar si queremos construir un país más democrático, más justo, más incluyente, si queremos el día de mañana mirar a nuestros hijos a los ojos.
– ¿Qué piensa de las campañas de erradicación de las plantas de coca, otro de los momentos fuertes que contiene la película?
– En Colombia hay un millón de campesinos que viven del cultivo de la coca, sólo del cultivo. No me pueden decir que son terroristas y que la única respuesta es la fumigación. Había dos posibilidades, o convertir a esos campesinos en sujetos de derechos, con acceso a educación, hospitales, vías públicas, comercio… o bien combatirlos con grandes inversiones militares. De 1999 hasta la fecha el cultivo de la hoja de coca en Colombia ha aumentado, la producción de cocaína ha aumentado. Por eso (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama dice que hay que replantear el tema de la lucha contra la droga. Es una discusión que no puede darla sólo Colombia, la tiene que dar la comunidad internacional. Obama es una pequeña luz de esperanza.
Designado mejor documental suizo de 2008, «Testigo indeseable», del director colombiano Juan José Lozano, llega el miércoles a Francia precedido por participaciones sonadas en festivales prestigiosos, Lyon y Locarno en Suiza, Toronto (Canadá), Leipzig (Alemania) y Rotterdam (Holanda).
Los parisinos han podido descubrir el rostro de Hollman Morris, el reportero colombiano que lo protagoniza, en numerosas columnas publicitarias de la ciudad que exponían el cartel de «Testigo indeseable» en formato gigante. También han podido dialogar con él en dos proyecciones previas del documental, abarrotadas de publico ávido de información. Lozano lo acompañó y recorrió varias ciudades francesas presentando la película.
«Témoin indésirable», su título original francés, se estrena en tres cines de París y a la vez en Toulouse, Pau, Nantes, Acheres, Le Mans, Chambery y Marsella. Dentro de una semana se sumarán Lyon, Cergy y Burdeos.
Una configuración considerable para tratarse de un documental, que corresponde a la buena acogida que le ha dispensado la prensa de todas las tendencias, con entrevistas de Hollman en los diarios Le Monde y Libération, y buenas críticas en Le Figaro, Le Parisien y también en revistas claves como Studio, Marianne, Los inrocks, Télérama, VSD o Le Nouvel Observateur.
«Testigo indeseable» es un largometraje impactante que ofrece una visión nada convencional, la cara oscura de un país en conflicto como es Colombia y al mismo tiempo describe una aventura humana, a modo de «making of» de un periodista de investigación en pleno ejercicio, comprometido y exigente, de su profesión. La cámara lo sigue por todo el país, inclusive en zonas y situaciones que las instancias oficiales preferirían sin duda no mostrar.
Morris y su equipo hurgan en la información de forma permanente, no vacilan en poner el dedo en la llaga denunciando excesos, vengan de donde vengan, y con su trabajo se han ganado una sólida reputación y numerosos premios a nivel internacional.
También acusaciones de «permisivo y cómplice del terrorismo» por boca del presidente ílvaro Uribe, en febrero pasado, que suscitaron una gran preocupación de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y Reporteros sin Fronteras (RSF).
De su programa «Contravía» se pueden ver entregas en internet mientras se reanuda su emisión en la televisión colombiana, ahora interrumpida por razones financieras.