HOMBRE PARA SIEMPRE


Entre los grandes hombres de éxito sobresale George Stephenson, porque de humilde trabajador de una mina, pasó a ser el poderoso impulsor de su patria.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Su historia comienza a los 8 años cuando espantaba vacas para que no fueran atropelladas por las vagonetas cargadas de minerales.

Más tarde le encargaron controlar una máquina, y al cobrar su primer sueldo por esta ocupación, jornal superior al de su padre, exclamó:

-¡Ya soy un hombre para siempre!-

Y lo decí­a con razón, pero no sabí­a que estaba destinado para más, ya que 30 años más tarde, gracias a su genio, el mundo se favorecí­a con su gran invento: la locomotora.

LOS HOMBRES GRANDES NO NACEN; SE HACEN.