Se anuncia una próxima reunión entre Presidentes, cancilleres centroamericanos y el Caribe, con la señora Clinton, Canciller de los EE. UU., para hablar sobre el tema de la violencia y el tráfico de droga. ¿Por qué no pedirle ahora al país del Norte, igual trato de Vida por Vida?
Santiago Villanueva Gudiel
svillanuevagudiel@hotmail.com
La violencia llena las poblaciones y ciudades de delitos de sangre. La maldad maneja la soberbia de gobernados y sectores de poder que siembran la anarquía en este país; los gobiernos uno tras otro son veletas al viento que les sople, y muestran las ambiciones insaciables de riquezas en desmedro de la canasta alimentaria de los pobres para que sean más pobres y desnutridos: su interés es preferente por los ricos negociantes para que sean más prósperos. Se anhela paz social con gobernabilidad, y Justicia justa sin sofismas, y no se consigue en la convivencia humana.
La economía, el mal gasto y las ganancias deshonestas, es el tropiezo actual en todas las naciones del mundo, esta situación global más que material, es de orden espiritual entre el no ser cristianos que no libra a nadie de la maldad, más bien la acrecienta y condena más allá del fin de todas las cosas; o ser cristianos auténticos para saciar el cuerpo y el alma con evidencias del poder del cielo; y la seguridad más allá del Sol. Es decir, vivir Vida por Vida como lo demostró el Señor Jesucristo y lo enseña su Palabra.
La América fue mejor cuando Estados Unidos, con ingenio, industria, trabajo, sabia dirección; y multitud de consejos, siendo cosmopolita alcanzó su grandeza y poderío. Permearon el mundo con el conocimiento de la Palabra de Dios para hacer el bien y lograrlo, tanto que se tuvo el sueño que América fuera el Continente de La Esperanza, y no solo “el sueño norteamericano†con la política del ‘Buen Vecino’ del presidente Roosevelt, y la de Alianza para el Progreso, fue época de Vida por Vida. Después, ¿Qué?
Hoy Estados Unidos del Norte con la boca, oídos y corazón cerrados a la Voz de Dios, siembra guerras en otras naciones buscando la protección de su grandeza y poderío económico; y salvaguardar el gasto malsano de su riqueza por sus ciudadanos en el consumo mayoritario de la droga que los destruye, mata y acabará con su pueblo; y con la soberbia que ostenta, rechazan la migración latinoamericana.
Las redadas de inmigrantes deportados suman millones, vienen a aumentar la pobreza, el hambre y el mal vivir de las manos sin que hayan inversiones en puestos de trabajo y mayor productividad; ¿y todavía esperan que los hispanos los protejan deteniendo la llegada de la droga a los norteamericanos y Arizona; haciendo por ellos la guerra contra los traficantes en nuestros propios suelos; y con nuestros propios muertos? ¿No será por esto que se divaga entre ayudarlos a ellos que nos rechazan; o a los otros en su narco-ejército; y sin que nuestros gobernantes pongan palabras de condiciones favorables por sus connacionales?
El bien se ha de pagar con bien como recompensa, Vida por Vida no con malos tratos, desconocimiento, deshumanización y desigualdad. No cerrando sus corazones, fronteras, fuentes de trabajo; sino proveyéndosele a los del mismo continente; de mejores oportunidades, estudios, cobijo y amparo a los necesitados; y seamos El Continente de la Esperanza en el Plan de Vida por Vida; no necesariamente de ojo por ojo, ni diente por diente; sino caminando la segunda milla por quienes nos ayudan.