El Mundial de clubes de fútbol, que disputarán en Japón entre el 10 y el 17 de diciembre los campeones de las seis confederaciones de la FIFA, tendrá como favorito al FC Barcelona, mientras que el brasileño Internacional de Porto Alegre, aparece como su principal amenaza.
Además de estos dos equipos, que representan a Europa y de Sudamérica, jugarán el torneo los campeones de la CONCACAF (América de México), de Asia (Jeonbuk Motors de Corea del Sur), de Africa (Al Ahly de Egipto) y de Oceanía (Auckland City de Nueva Zelanda).
Como en la anterior edición de este torneo que reparte 15 millones de dólares en premios, el equipo europeo y el sudamericano pasan directamente a semifinales, donde jugarán con los vencedores de los partidos eliminatorios que disputarán entre ellos los otros cuatro clubes.
La competición se inicia el domingo 10 de diciembre en Toyota con un duelo entre el Auckland City y el Al Ahly. El ganador de este partido se medirá tres días después en Tokio con el Internacional de Porto Alegre en semifinales.
El segundo partido de la competición, el lunes 11 de diciembre, medirá en Tokio al América de México con el Jeonbuk Motors. El premio para el vencedor de este duelo será enfrentarse tres días más tarde en Yokohama con el todopoderoso FC Barcelona.
El entrenador del FC Barcelona, Franck Rijkaard, no quiere que a su equipo se le atorgue el papel de favorito. Nos equivocaremos mucho si pensamos así. Puedo imaginar portadas diciendo que somos favoritos, pero creo que eso nos lo complicaría todo mucho más. No creo que haya nadie en el club que lo crea, explicó.
Esta es la tercera edición de este torneo en el que ganaron en las dos anteriores sendos equipos brasileños. El Corinthians se llevó el título en 2000 y el Sao Paulo en 2005.
Hace seis años este torneo tuvo una primera incursión en el calendario, con una competición por invitación en Brasil y a la que acudieron entre otros el Real Madrid y el Manchester United, que se acabó llevando el Corinthians.
Después de que en 2004 la FIFA decidiera suprimir la Copa Intercontinental, y sustituirla en 2005 por el Mundial de Clubes, esta competición, con los campeones de las seis confederaciones, acude por segundo año consecutivo a tres ciudades Japonesas (Tokio, Yokohama y Toyota).
En la anterior edición el campeón sudamericano, el Sao Paulo, se impuso al representante europeo, Liverpool, por 1-0 en la final disputada en Yokohama.
Por ello, el Internacional de Porto Alegre, que en 2009 celebrará su centenario, quiere continuar la serie de triunfos brasileños.
Su mejor baza será la motivación extra de los equipos sudamericanos por este tipo de competiciones, frente a los europeos, que ven este torneo como una obligación en un calendario cargado.
Igual que la Copa Intercontinental era para los representantes sudamericanos una oportunidad para ganar a los millonarios clubes europeos, este Mundial de Clubes es una cita importante para el Inter de Porto Alegre, que viajó a Japón el 5 de diciembre.
El FC Barcelona, en cambio, llegará el 11 de diciembre, después de jugar el fin de semana su partido de la Liga española.
Los catalanes, pese a que en Europa este torneo no tiene el eco que existe en Latinoamérica, querrán sumar su primer título mundial, después de haber perdido su única oportunidad de ganar la Copa Intercontinental, contra el Sao Paulo (2-1) en 1992.
Además, los Colorados del Internacional, liderados por Fernandao e Iarley, en caso de disputar la final del 17 de diciembre en Yokohama con el FC Barcelona, afrontarán ese hipotético partido, con la ilusión de derrotar a Ronaldinho, salido de la cantera del rival de la ciudad, el Gremio de Porto Alegre.