En los últimos días, las fuerzas de seguridad han incautado armamento de grueso calibre, utilizado por el narcotráfico; con ello se ha logrado determinar que este grupo está mejor «equipado» que la Policía, por lo que a decir de representantes de la cartera del Interior, es necesario que lo incautado sea utilizado por la institución policíaca para luchar contra el flagelo.
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Los arsenales que miembros de la institución policíaca han incautado en departamentos como Petén, Izabal, Cobán, entre otros, van desde fusiles AK-47, AR-15, M-16, subametralladoras, e inclusive avionetas y granadas de fragmentación, como sucedió el pasado viernes, en donde, desde Izabal, se trasladó un armamento a la Fuerza Aérea Guatemalteca.
Dentro de lo hallado figuran tres fusiles AK-47, un revólver calibre 9 mm. y una ametralladora MAX-30, utilizada para derribar objetivos aéreos.
En cuanto a los automotores decomisados se encuentra una avioneta, una motocicleta, una cuatrimoto y contenedores con combustible, que se presume fueron utilizados durante una transferencia de droga.
De acuerdo con Salvador Gándara, Ministro de Gobernación, es necesario que el Ministerio Público (MP) autorice la utilización del armamento incautado para el uso y combate de las fuerzas de seguridad contra dicho flagelo.
Por su parte, Verónica Godoy, directora de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (IMASP), coincide con el representante de la Cartera del Interior, en que la armería y lo incautado al narcotráfico debe ser utilizado por la PNC.
A decir de Godoy, es importante que el MP y las autoridades de Gobernación lleguen a un consenso lo más pronto posible, para darle el uso adecuado a estos insumos, ya que si se espera mucho tiempo, puede que las armas se oxiden o dejen de funcionar adecuadamente.
La representante de IMASP indica que también hay que tomar en cuenta que para obtener mejores resultados en la lucha contra este grupo, es necesario que la institución policíaca trabaje con inteligencia civil y en coordinación y consenso con el MP y el Organismo Judicial (OJ), ya que muchas veces, suele suceder que una de estas instituciones obstaculiza el trabajo de la otra.
A decir de la profesional, aunque ya existen cambios sustanciales que han permitido mejorar el desempeño de las fuerzas de seguridad, las modificaciones dentro de la institución deben continuar para alcanzar las metas deseadas y luchar verdaderamente contra el crimen organizado y el narcotráfico, los cuales representan un problema latente para la PNC, que cada vez se agudiza y si no se combate crecerá de forma desmedida.