Cumbre Sudamericana


Presentación. Evo Morales (C), presidente boliviano, presenta en conferencia de prensa la Cumbre Sudamericana, que iniciará mañana en Cochabamba.

La segunda Cumbre Sudamericana que arrancará en Bolivia mañana intentará avanzar hacia una integración regional, con el tema energético como punta de lanza pero con la mirada puesta en la grave crisis polí­tica que acorrala al presidente anfitrión Evo Morales.


La cita sudamericana, convocada para fortalecer el compromiso regional basado en el diálogo polí­tico, la convergencia de objetivos comerciales y la integración energética, se desenvolverá en condiciones inusuales con las dirigencias civiles de cinco regiones en huelga de hambre.

A pesar de la acelerada degradación del escenario polí­tico por demandas de equidad en la Asamblea Constituyente, que debe redactar la nueva Carta Magna, y amenazas de escisión de la poderosa y rica región llanera de Santa Cruz-, las misiones oficiales comenzaron a llegar a Cochabamba en medio de la crisis.

Morales garantizó entretanto la realización de la cumbre, a contrapelo de la acción de la oposición que masificaba las huelgas de hambre en distintos puntos del paí­s.

Está garantizada la cita presidencial sobre todo por los movimientos sociales, indí­genas y campesinos que preparan un agasajo masivo el sábado en una concentración pública a los mandatarios asistentes, enfatizó el jefe de Estado boliviano.

Los vicecancilleres de doce naciones sudamericanas tienen previsto comenzar hoy un encuentro técnico para revisar los detalles concernientes a la ’Declaración de Cochabamba’ que deberí­an firmar el sábado los jefes de Estado.

En consonancia con los vientos de cambio en Bolivia, presidida por primera vez en 181 años de vida republicana por un indí­gena, arrancó ayer con pleno respaldo oficial la denominada Cumbre Social de movimientos sociales, partidos de izquierda y grupos anti globalización.

El encuentro alternativo podrí­a ser clausurado el sábado por el colectivo de gobernantes sudamericanos, entre los cuales los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Chile, Michelle Bachelet; y eventualmente el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en un masivo acto originario en un coliseo deportivo.

Los mandatarios que asistan a la segunda Cumbre Sudamericana, que sigue a otra celebrada en 2005 en Brasil tras su fundación un año antes en la ciudad peruana de Cusco, serán recibidos con una amalgama de un ritual andino y el protocolo diplomático tradicional, según fuentes de la cancillerí­a boliviana.

Un arco de ’koripacha’, sí­mbolo de agradecimiento a los visitantes, aguardará a los mandatarios en el aeropuerto Jorge Wilstermann a la par de la consabida alfombra roja y la banda militar, agregaron.

En medio del clima enrarecido que ya generó violencia en al menos dos ciudades bolivianas, sólo cuatro mandatarios -los de Chile, Venezuela, Ecuador y Guyana- confirmaron su asistencia por escrito, aunque el presidente Morales aseguró que todos, excepto el presidente de Colombia, ílvaro Uribe, confirmaron verbalmente su asistencia a la cita.

Versiones desde Buenos Aires pusieron también en duda la presencia del gobernante argentino Néstor Kirchner, segundo comprador del gas boliviano.

Como un objetivo puntual, la cita presidencial tiene el propósito de formar una Comisión Energética Sudamericana que diseñará un proyecto regional global desde tendidos eléctricos hasta gasoductos y oleoductos, en una extensa red que abarcará los grandes centros urbanos y las pequeñas poblaciones.

En los dos dí­as de reuniones, la Cumbre se propone acometer además una veintena de temas en los ámbitos social, polí­tico institucional, cultural y económico, además de medio ambiente y naturaleza.